El mercado de fichajes en enero ya está en curso, ya ha iniciado, y muchos son los comentarios, titulares, que van surgiendo sobre los diferentes traspasos que se están concretando en el fútbol europeo. Unos conocidos, relevantes. Otros no adquieren peso en ningún sentido. Y otros crean dudas.
Mauro Zárate es uno de esos delanteros que vive escalones mediáticos por debajo de lo considerado primer nivel mundial. Un futbolista conocido, sobre todo por su paso en Italia, que decidió embarcarse en esa que muchos dicen es la mejor liga del mundo, el pasado verano. Llegaba a Inglaterra para vestirse los colores del West Ham United, pero su andadura por Upton Park, quizás, ha estado por debajo de lo esperado. Tal es así que ha sido cedido en mitad de la campaña con destino Londres, misma ciudad, pero diferente equipo, ya que se oficializó su cesión al Queens Park Rangers.
A priori, un gran fichaje para los de Loftus Road. Sin duda alguna, muchos se aferran a su mejor versión para defender que es una gran incorporación, todavía más cuando se piensa en una dupla junto al delantero de moda Charlie Austin. Sin embargo, su llegada guarda una historia del pasado que, quién sabe, quizás puede provocar más problemas que beneficios para Harry Redknapp.
El seleccionador chileno Sampaoli, argentino de nacimiento, aseguró que no cerraba las puertas de la internacionalidad con Chile a Mauro Zárate, también argentino. Una postura que no gustó a varios integrantes del vestuario de la Roja, entre los que se encontraban Eduardo Vargas, jugador actualmente de la plantilla del QPR. El futbolista llegó a afirmar que respetaba la decisión de su técnico, pero muchos, entre ellos él, no estaban muy por la labor.
Finalmente no fue convocado con Chile, pero las palabras de Vargas no provocarían, seguramente, buen agrado para Mauro Zárate. Éste afirma salir del West Ham porque lo único que desea es tener minutos, jugar, pero llegará a un club donde Austin es el gran referente ofenviso, y donde ya milita Vargas desde el pasado verano.
Un fichaje del que, muy seguramente, en Loftus Road desconocían esta intrahistoria ocurrida y conocida en Chile, y que podría provocar algún que otro roce entre Zárate y Vargas, ya que a priori ambos pelearán por el mismo puesto en el once titular de the Hoops. De nuevo enfrentados, ahora más directamente, viéndose a diario, y con la posibilidad de crear tensiones personales por temas pasados cuando uno juegue más que el otro.
Zárate afirma llegar para tener minutos, pero llegar el último quizás le coloque un hándicap sobre la espalda. Vargas, en caso de no disponer de todos los partidos que tenía hasta ahora, podría levantar la voz ante Redknapp, y la mecha podría estar más encedida ya a priori de lo que pueda parecer.
Un QPR que hablará español hasta final de temporada, ya que serán hasta tres jugadores sudamericanos los que compartirán vesturario, con Zárate, Vargas e Isla. A priori, una gran incorporación, pero con heridas abiertas de no hace mucho que, quizás, pueda algún que otro problema interno.