En el verano de 2013, el Tottenham vendió al Real Madrid a Gareth Bale, su máxima estrella por aquel entonces. Para las arcas del club, que pertenece a Daniel Levy, los ingresos por la venta de Bale se estima que estuvieron entre 91 y 101 millones de euros. Con este dinero, los Spurs decidieron invertir en una serie de jugadores con más potencial que realidad, sirva como ejemplos los casos de Vlad Chiriches, Erik Lamela y un joven danés proveniente del Ajax llamado Christian Eriksen.
Durante su etapa en el Ajax, Eriksen era uno de los talentos jóvenes más codiciados en toda Europa. Potencias de la talla mundial como Manchester United, Liverpool o Arsenal querían hacerse con sus servicios. El jugador había sido galardonado en la Eredivisie como el mejor talento juvenil en 2010 y 2011. Eventualmente, el Tottenham ganaría la batalla por el futbolista, tras llegar a un acuerdo con el club de Ámsterdam, por una cifra de 13,5 millones de euros.
Los primeros días de Eriksen en el Norte de Londres fueron muy buenos, aunque la dinámica del equipo, que en aquel momento era dirigido por André Villas-Boas, era bastante irregular. El jugador danés pudo rendir y estar a la altura, logrando una asistencia en su debut ante el Norwich, y pocos días después logrando anotar su primer gol ante el equipo noruego del Tromso, en Europa League.
Eriksen sería una influencia relevante durante la campaña 2013-2014 en White Hart Lane, completando la temporada con 7 goles y 8 asistencias, y siendo elegido por el club como el Jugador del Año.
En la presente temporada 2014-2015, su rendimiento sigue siendo muy alto con los Spurs. En tan sólo 5 meses ya suma 6 goles y 4 asistencias en todas las competencias, pero más allá de los números, lo más destacado, ha sido su actitud y liderazgo en un equipo que todavía busca identidad bajo el mando de Mauricio Pochetino.
El escandinavo cuenta con total confianza y no tiene miedo de ponerse el mono de trabajo cuando el equipo le necesita. Su talento innato nunca estuvo en duda, pero su actitud es lo que más se resalta, pues dentro de la cancha se ha convertido en un líder y en un jugador sumamente determinante para los suyos, que no se esconde en los momentos difíciles y que siempre da la cara en beneficio de los intereses del equipo.
Eriksen ha sido la luz en cada actuación del equipo de White Hart Lane esta campaña. Sus goles en los últimos minutos ante Hull City y ante Swansea se han traducido en victorias importantes del Tottenham, que les permite seguir en la lucha por los puestos de Champions League. Los fanáticos del conjunto del Norte de Londres sienten que, mientras Eriksen esté en el campo, todo saldrá bien, siempre habrá algún momento de magia o creatividad para salvar el día, y muchos afirman que no sentían esta sensación desde la marcha de Gareth Bale.
Con tan sólo 22 años, Eriksen es ya un fijo en la lista de mejores mediapuntas que tiene la Premier League, lista selecta donde figuran nombres como David Silva, Oscar o Santi Cazorla. Su gran nivel comienza a crear rumores de una posible salida al FC Barcelona o al PSG en el próximo verano, y no es para menos, el danés ya se encuentra en un escalón de élite, y todo apunta a que dará el mismo paso que dieron Berbatov, Modric o Bale años atrás.
La buena noticia para los Spurs es que Daniel Levy es un hombre duro de quebrar y sus negociaciones siempre son prolongadas y nada sencillas para los clubes compradores.