‘Si no existe enemigo en tu interior, ninguna circunstancia externa puede dañarte’ recita uno de los innumerables proverbios que enriquecen las múltiples culturas africanas. Sin embargo, cuando el enemigo emerge desde dentro, más aún en circunstancias inesperadas, la lucha por avanzar hacia adelante se torna heroica.
Desde que estallara el brote de ébola en Julio en tres países de África Occidental, toda la fase de clasificación para la Copa África que va a disputarse el próximo mes de enero se ha visto condicionada por la presencia del virus. Lo que debía ser una carrera por encontrar los nuevos referentes del fútbol africano ahora que Drogba y Eto’o han decidido echarse a un lado para dar paso a los jóvenes talentos del continente, se ha convertido en una travesía con final tortuoso. Los muertos en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia se sucedían a causa del virus y, como ya sabemos, cuando el enemigo emerge desde dentro, salir adelante se torna un ejercicio titánico.
En la eliminatoria previa a la fase de grupos que da el pasaporte a la Copa África, Sierra Leona había derrotado con comodidad a Seychelles en la ida en Freetown, ciudad amoldada a las punzadas del dolor. El partido de vuelta que debía producirse el paradisíaco archipiélago bañado por el Océano Índico nunca llegó a disputarse. El gobierno local no quiso poner en riesgo la mayor fuente de ingresos del país, el turismo, y prohibió la entrada de la expedición de Sierra Leona en el país. Una decisión inflexible. Un precedente tajante.
Siete grupos de cuatro países han supuesto el vivero que debían abastecer a la Copa África de quince equipos que acompañara a los anfitriones: Los Leones del Atlas de Marruecos. La presencia de Sierra Leona y Guinea Conakry en ese saco de 28 aspirantes encendió las alarmas. Para evitar conflictos que alcanzarían la categoría de ‘Asuntos de Estado’ si no se zanjaban a tiempo, Guinea Conakry obtuvo el permiso del gobierno marroquí para disputar sus partidos como local en Casablanca y Sierra Leona propuso jugar en casa de su adversario los partidos que debían disputarse en la zarandeada Freetown. Más allá de los lógicos inconvenientes que han supuesto las medidas excepcionales, la fase de clasificación ha transcurrido con aparente normalidad.
Cuando todo parecía ir sobre ruedas, el Ministerio de Deportes de Marruecos lanzó una bomba: ‘No albergaremos la Copa África en enero. Pedimos una prórroga. No podemos exponer al país ante semejante pandemia’ venía a decir el comunicado en pocas palabras. Marruecos, un país cuya riqueza depende en más de la mitad del sector servicios no iba a correr ningún riesgo. El ébola, ese enemigo interno que parecía domado, estalló en las narices de la CAF, poniendo a prueba la capacidad de respuesta del máximo organismo del balompié africano. Los contratos con los sponsors estaban cerrados y ahora, con la renuncia de Marruecos, esos ingresos tan suculentos empezaban a tambalearse. El resto de países norteafricanos fueron los primeros en negarse a acoger la competición, para no ser tachados de inconscientes tras la decisión de sus vecinos. Ghana y Sudáfrica tampoco dieron el ‘sí quiero’. La CAF estaba en un callejón sin salida.
A Issa Hayatou, presidente de la CAF, se le encendió la luz y cogió un avión rumbo a Malabo. Guinea Ecuatorial, que había coorganizado junto a Gabón la Copa África en 2012 podía estar interesada en albergar esta nueva edición. Nzalang Nacional había sido descalificada en la eliminatoria previa por haber utilizado en la eliminatoria previa frente a Mauritania a Fidjeu, el jugador que hizo una fuerte entrada a Xabi Alonso en el amistoso entre España y Guinea Ecuatorial de hace un año. El origen camerunés del futbolista supuso la descalificación de Guinea Ecuatorial por alineación indebida y ahora, ante este nuevo escenario, tenía la posibilidad de estar presente en una nueva edición. Al grito desesperado de la CAF acudió Guinea Ecuatorial a modo de apagafuegos, en un gesto de conciliación con promesas de haber aprendido la lección.
Así que habrá Copa de África en Enero. No será en Marruecos, sino en Guinea Ecuatorial. Una ex provincia española que mutó en colonia antes de soltarse de la mano de la Madre Patria en 1968. Sin esperanzas de que desde España se lancen noticias y opiniones positivas sobre esta pequeña República del oeste africano, se va a celebrar una de las competiciones más coloridas del mundo: La Copa de Africa de Naciones.
Sabadell, 1984. Futbolista, colaborador en varios medios de comunicación como beIN Sports, Radio Marca o diari ARA. Analista de fútbol africano y 6 veces internacional absoluto con la Selección de Guinea Ecuatorial.
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