Alcántara, César, Kocsis, Quini, Lineker, Salinas, Romario, Ronaldo, Kluivert, Rivaldo, Eto’o, Ibrahimovic, Suárez… A lo largo de su historia, por el Barça han pasado los mejores delanteros del mundo. Una larga lista de jugadores capaces de marcar diferencias en el lugar más determinante de un terreno de juego, el área. Desde verano de 2022, los goles de todas estas leyendas recaen sobre los hombres de un polaco, considerado por muchos el mejor 9 de la década, Robert Lewandowski.
Llegó después de una larga y exitosa trayectoria en Alemania, siendo la referencia de un Bayern de Múnich campeón de todo, con la intención de dar los últimos coletazos de su carrera como futbolista en el fútbol de élite. Un fichaje que se gestó poco después de la mayor crisis deportiva, institucional y económica que ha vivido Barcelona en la era moderna. Su presentación reunió a más de 57.000 culers esperanzados e ilusionados en el Spotify Camp Nou. Fue preludio de lo que está siendo la vida de Robert como azulgrana.
Hansi Flick y Robert Lewandowski durante un entrenamiento.
37 años cumplirá en agosto, pero sus registros goleadores le mantienen como uno de los grandes killers del planeta en la actualidad. De hecho, en su tercera temporada está a punto de lograr su récord personal de goles en el Barça; van 31 en 33 partidos; puede ser que lleve alguno más cuando leas esto. El estilo ofensivo y ambicioso de Hansi Flick le viene como anillo al dedo y, a pesar de haber perdido un punto de agilidad, finura y constancia, lógico por un tema de edad, mantiene unos números ‘top’. Es, hoy por hoy, el pichichi de LaLiga, de la Champions y sigue peleando por la Bota de Oro contra Mohamed Salah o Harry Kane, cuatro y seis años más jóvenes. Motivos suficientes para renovarle una temporada más, no sólo por la cláusula automática de su contrato.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. Si bien sus cifras son asombrosas, la edad puede ser un número hasta cierto punto. Lewandowski es un delantero de presente, pero no de futuro. Sin ánimo de menospreciar su trascendencia en el Barça actual, el club debe pensar en su relevo de manera urgente. El jugador que más gusta a Deco es Aleksander Isak. El delantero sueco del Newcastle ha alcanzado su plenitud con 25 años. Lleva 19 goles y 5 asistencias en 28 partidos, sin disputar competición europea. Además, va adquiriendo el rol de nueve versátil, mejorando técnicamente y ganando criterio con el balón, más allá de su innata capacidad de ir al espacio y ser amenazante. Un cóctel de virtudes que enamoran al club catalán, añadiendo su experiencia en España con la Real Sociedad.
¿El gran handicap? El precio. Si bien la situación económica de la entidad barcelonista ha mejorado en los últimos tiempos, ni mucho menos es óptima. En Inglaterra pagaron en su día 70 millones de euros y con contrato hasta 2028, es difícil pensar en la salida de Isak por menos de 100. El contrato es otro tema. Cobra 7 ‘kilos’ por año, la mitad que Ansu Fati o menos que Ferran Torres; y no, no todo pasa por darle protagonismo en el campo. En cualquier caso, Joan Laporta quiere protagonizar el golpe del mercado antes de las próximas elecciones a la presidencia y ya ha empezado a mover ficha.