La última vez que el Manchester United ganó el título de la Premier League, Alex Ferguson dirigía el banquillo de los Red Devils. La sombra que dejó el técnico que estuvo 27 años a los mandos del equipo, y que tiene en sus vitrinas más títulos de la liga inglesa con un total de 13, parece eterna e indestructible. El histórico club se ubica en la decimotercera posición de la tabla y ahora ha dicho adiós a una figura que creció en casa y emergió como un gran talento que, con el paso de los años y las temporadas más insustanciales del equipo, se ha ido apagando hasta quedarse a oscuras.
De héroe a villano. Las calles de Mánchester que le adoraron y le aplaudieron por su valor social y sus acciones benéficas, y presumían por el nombramiento de Miembro de la Orden del Imperio Británico, ahora ven marchar a Marcus Rashford, ese futbolista que debutó con el primer equipo en 2016 y llenó Old Trafford de esperanza y expectativas. Tras nueve años, la relación entre jugador y club se ha roto en mil pedazos.
Sobre todo, nadie habría aventurado semejante ruptura cuando Rashford regresó del mundial de Qatar y expresó su mejor versión como referencia ofensiva, encadenando sus mejores registros y siendo decisivo en muchos de los triunfos del equipo que conducía Erik ten Hag. Sin embargo, el rendimiento del jugador en las últimas campañas ha sido bien diverso y no hubo ni rastro de su presencia en la pasada Eurocopa.
La llegada de Rúben Amorim, que hizo despegar al Sporting de Lisboa como un cohete, parecía ser el hombre perfecto para volver a dirigir la orquestra mancuniana y afinar a Rashford. En su cabeza era espectacular. Nada más lejos de la realidad. Las desavenencias y dudas con el jugador han ido creciendo hasta apartarle de las convocatorias y afirmar en las ruedas de prensa que la situación no iba a cambiar si Marcus tampoco lo hacía. Una herida demasiado grande para taparla con un parche.
Su aterrizaje en Birmingham de la mano de Unai Emery es doloroso pero una posibilidad para volver a ver una parte, aunque sea pequeña, de aquel jugador que en el ‘Teatro de los Sueños’ cumplió el suyo hasta que su nombre desapareció del reparto y salió por la salida de emergencia. El Aston Villa le ofrece un nuevo comienzo, donde el técnico vasco buscará encajar esa pieza para devolverle a su mejor nivel y al rectángulo, aquel escenario donde ya le vimos brillar.