Hay futbolistas que se forjan en el barro, a base de esfuerzo, disciplina y entrega. Este es el caso de Dani Vivian. Su historia es la de un futbolista que encarna los valores del Athletic y de la filosofía de Lezama: trabajo incansable, sentido de pertenencia y compromiso absoluto con el equipo. No necesita focos ni discursos grandilocuentes. Su fútbol habla por él.
El central alavés se ha convertido en una de las piezas fundamentales del conjunto de Ernesto Valverde. No solo es un muro infranqueable en defensa, sino porque ha añadido a su repertorio un sorprendente instinto goleador. Su acrobática tijera en Balaídos no fue un golpe de suerte, sino la confirmación de que puede sumar al equipo en ambas áreas. Con tres tantos en la presente campaña, es el central más goleador de LaLiga, empatado con su compañero Aitor Paredes, tras el gol que anotó anoche en el Villamarín.
Pero reducir su impacto a los goles sería un error. Su fútbol es equilibrio, orden y contundencia. Vivian es un defensor hecho a medida para el estilo del Athletic: rápido, fiable en el marcaje, con una capacidad innata para la anticipación y buena salida de balón. Su velocidad le permite jugar con la defensa adelantada sin comprometer al equipo. En cada partido demuestra su inteligencia táctica, corrigiendo desajustes, cerrando espacios y asumiendo el liderazgo de la zaga.
Ese liderazgo también está emergiendo en la Selección española. Llegó sin hacer ruido, como un actor secundario en una defensa dominada por Laporte y Le Normand, pero está demostrando que su sitio es en la élite.
El vitoriano representa la esencia del fútbol vasco. Desde pequeño entendió que el fútbol no es solo talento, sino esfuerzo, responsabilidad y lealtad a unos colores. Su historia es la de muchos jugadores que han salido de Lezama: aprender, mejorar y, cuando llegue el momento, dar un paso adelante sin miedo. Como lo hizo en el Mirandés, donde con apenas 21 años ya llevaba el brazalete de capitán.
Lezama forma futbolistas, pero también líderes y el Athletic ha encontrado ambas facetas en Dani Vivian.