El Real Madrid demostró su contundencia en su competición fetiche goleando al Salzburgo en el Santiago Bernabéu. Los blancos desplegaron un fútbol de alto nivel, para dejar claro que, a pesar de no haber iniciado con buen pie, van a pelear por el título.
Desde el pitido inicial, el equipo dirigido por Thomas Letsch hizo sus intentos para avanzarse en el marcador pero pasado ese primer tramo, los de Carlo Ancelotti tomaron claramente el control del partido, con un juego rápido y preciso. La presión alta y la velocidad en las transiciones fueron claves para desarticular la defensa del equipo austríaco, uno de los peores de la presente edición de esta Champions, que se vio superado en todas las líneas del campo.
Los goles no tardarían en llegar con un Real Madrid encontrando los espacios en el área rival. La parroquia local disfrutó de una auténtica exhibición ofensiva, con jugadas de gran calidad que culminaron en goles de bella factura.
Un doblete de Rodrygo y de Vinicius, y un tanto, otro más, de Kylian Mbappé firmaron la goleada blanca. En el tramo final, el danés Mads Bidstrup marcó el único tanto del Salzburgo, que solo le sirvió para no dejar su casillero a cero. El marcador final (5-1) reflejó la superioridad absoluta de los blancos, quienes no dieron opción alguna a su oponente.
Esta victoria supone tres puntos vitales para el Real Madrid en la tabla de Champions y ratifican el buen momento ofensivo de los blancos, con un Mbappé que empieza a asemejarse a sí mismo y a mostrar su mejor versión. En la última jornada de la fase liga, los de Ancelotti visitarán al Brest en Francia.