Buenos Aires acogía la final de la Libertadores para que uno de los dos conjuntos brasileños saliera campeón del torneo. El Botafogo no empezó con buen pie, le tocaba jugar todo el encuentro con diez. Gregore llegó tarde a un balón dividido y cometió una brutal entrada al rival. Fue la expulsión más rápida de la historia en una final de la competición.
Si todo se antojaba complicado para el conjunto de Artur Jorge, los cariocas se hicieron fuertes ante la adversidad. En el minuto 35 de partido, Luiz Henrique marcó el primer tanto de la final. Rozando el descanso, el VAR otorgó un penalti a su favor que transformó Alex Telles para poner el 0-2.
Tras pasar por los vestuarios, llegó la reacción de Atlético Mineiro en el marcador con un tanto de Eduardo Vargas que reducía la distancia entre ambos equipos. El partido avanzó sin variaciones y llegó así hasta el tramo final. En el 97’, Júnior Santos sentenció el partido con el definitivo 1-3 con el que el Botafogo conquistó la Copa Libertadores por primera vez en su historia. La actuación de Luiz Henrique, que salió del Betis a inicios de 2024, le sirvió para ser el hombre del partido. Con este logro, el equipo brasileño ha logrado también una plaza para el Mundial de Clubes.