La Eurocopa se inauguró con el partido que enfrentaba a la anfitriona y a Escocia. Los escoceses pagaron los platos rotos de la euforia de Alemania, que quiso demostrar la valía de su candidatura para ganar el torneo que organiza su país. Los de Nagelsmann solo necesitaron 10 minutos para que una de las estrellas más esperadas de la competición estrenara el marcador. El joven Florian Wirtz, tras una temporada histórica en el Leverkusen, ha llegado a la EURO brillando.
El técnico de la selección germana ha encontrado el encaje perfecto con un Toni Kroos que une todos los pasos de su último baile. Con Musiala, Wirtz y Havertz, sabe crear el pánico y el caos. Ellos tres arrollaron al rival en 45 minutos. Escocia se fue al descanso con uno menos – tras el penalti y la expulsión de Porteous – y tres goles en contra. Fülkrug y Emre Can hicieron el resto en el segundo acto. La Tartan Army solo vio un gol a su favor, obra de Rüdiger en propia puerta. Alemania dio su primer golpe con goleada (5-1).
En el grupo A, Suiza, a sabiendas de la relevancia del resultado del partido, también hizo los deberes para optar a una plaza de octavos. Por ello, tomó el dominio del encuentro y encontró el premio que tuvo que ratificar la tecnología. El combinado suizo siguió ejerciendo su plan, liderado por una gran actuación de Granit Xhaka, ante una Hungría que se vio superada y que arrastró dos goles en contra al descanso. Primero Duah y rozando el intermedio, Aebischer.
En la segunda parte, Hungría quiso recortar distancias y lo logró con el tanto de Barnabás Varga, tras un centro endemoniado de Szoboszlai. Ante la nueva circunstancia, Suiza quiso atar su resultado y Hungría quiso creer en sus posibilidades. Sin embargo, un error defensivo los penalizó y Embolo dictó sentencia con el definitivo 1-3.
