Recuerdo aquellos tres pitidos salidos del silbato de la árbitra. Lo hacen en muchas ocasiones sonando en mi cabeza, de forma lenta, pausada. A partir de ahí, continúa con una mezcla de sensaciones, abrazos, sonrisas … Ese 20 de agosto tengo claro que algo cambió en mi vida, en nuestras vidas y posiblemente en la de muchas jugadoras que vienen por detrás.
Tocamos el cielo cuando levantamos la Copa del Mundo. Todos y todas las deportistas soñamos cuando somos pequeños. Lo hacemos en grande, pero de ahí a hacerlos realidad hay mucha diferencia. Es una sensación única, la cual cuesta asimilar, al igual que todo lo que ha venido detrás. Ese también ha sido otro cambio.
Mis redes sociales ahora tienen mayor actividad. Empezó estando en Nueva Zelanda y desde entonces, no han parado de hacerlo. Lo cierto es que me siento afortunada, ya que todos los nuevos seguidores y los que ya estaban me muestran mucho cariño en todo momento. Que alguien gaste algo de su tiempo, sea mucho o poco, para darme un me gusta a una publicación o escribirme palabras de aliento, es una sensación muy gratificante.
Una vez regresadas y pasada la celebración en Madrid, apenas tuve cinco días antes de reincorporarme al Levante UD. Un club que me homenajeó desde mi aterrizaje en varias ocasiones y que me mostró también, como siempre hace, muchísimo cariño hacia mí. Algo que se hizo extensible a las instituciones valencianas, una región que ya es, sin duda, mi segunda casa.
Lo mismo pasó en mi tierra, Albacete, donde fueron muchos los actos y distinciones recibidas, así como realizados a nivel regional. Un vaivén al que se unieron los patrocinadores, tanto del club como los que quieren que actúe con ellos de forma particular, quienes también querían tener mi presencia junto a ellos.
El número de las entrevistas también ha crecido. Aún tengo peticiones por atender, lo que me genera cierto agobio; ya que me gustaría poder cubrirlas todas. Y de ahí a los premios, que están siendo numerosos.
No negaré que a veces me cuesta. Siempre he tenido unas rutinas muy marcadas en mi día a día y añadir estos extras es algo que he tenido que asimilar. A veces me he preguntado, ¿por qué yo?. ¿No hay más personas a las que premiar?. Pero esos pensamientos se convierten en efímeros, ya que si alguien te quiere reconocer por algo, considero que hay que ser agradecida y aceptar la distinción y además, si mis compromisos profesionales no me lo impiden, acudir a su recogida.
Mi «pequeño equipo» que me rodea siempre me dice: “Es tu momento, vívelo, disfrútalo”. Por tanto, estoy acabando de comprender que esto es «una parte más del juego», que soy una privilegiada y que igual, algo estoy haciendo bien para que todo esto esté sucediendo de esta manera.
Creo que la gente que ahora me para más por la calle y me pide una foto o un autógrafo, o que simplemente les oigo murmurar mi nombre en voz baja al verme, les gusta como soy y cómo me muestro y que, debido a la repercusión que hemos tenido tras la victoria en el mundial, simplemente quieren mostrármelo de la manera que saben para decirnos que están ahí, que nos apoyan y que se sienten orgullosos de lo que logramos. Yo, por mi parte, me encanta que así sea y de que todo esto también sirva para mi mejora como persona y como deportista.
Sobre ‘Personal e intransferible’:
‘Personal e intransferible’ es una iniciativa editorial de Sphera Sports, en la cual se cursa una invitación a diferentes deportistas y celebridades de naturaleza diversa, para escribir una columna en primera persona y con total libertad desde nuestra plataforma web.
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