Tiene 21 años y ya ha sufrido dos roturas de ligamento cruzado anterior, una en cada rodilla. El infortunio se ha cebado con Cecilia Marcos, una futbolista que lo tenía todo para triunfar en la Real Sociedad, y que, pese a todo, no va a cejar en el empeño de conseguirlo.
La joven donostiarra irrumpió con fuerza en el conjunto txuri-urdin apenas unas semanas antes de que nos encerraran en nuestras casas por culpa de la pandemia del covid-19. Su buen hacer en el Añorga hizo que fichara por el filial de la Real, debutando en el primer equipo en diciembre de 2019, con 18 años. Dos meses después, y pese a la competencia, demostró toda su valía marcando tres goles en cuatro partidos, en los que apenas disputó 56 minutos de juego.
Dos de ellos fueron decisivos, pues certificaron cuatro puntos para el conjunto por entonces dirigido por Gonzalo Arconada. Ambos llegaron en los minutos finales, sellando el empate ante el Deportivo y la victoria frente al UDG Tenerife. Entonces llegó el confinamiento y la suspensión de la liga. En mayo, Natalia Arroyo sustituyó a Arconada y comenzó un nuevo proyecto donde Cecilia siguió asomando la cabeza. Jugó 27 partidos en Primera Iberdrola, ocho de ellos como titular, y anotó dos goles, el primero de ellos en el añadido para darle la victoria a su equipo frente al Levante (3-2) demostró de nuevo el don del oportunismo en los instantes finales.
Las graves lesiones nunca llegan en buen momento, pero en este caso frenaron de un porrazo la progresión de la joven atacante, que había firmado una gran pretemporada y había convencido a Natalia Arroyo para alinearla como titular en los primeros encuentros del curso. Marcó en el 4-1 al Valencia de la primera jornada y también salió de inicio en San Mamés, donde lograron un triunfo histórico (0-1). Pero ‘Ceci’ no llegó al descanso. La guipuzcoana avanzaba por la banda cuando fue derribada por la rojiblanca Naroa Uriarte. Los gestos de dolor vaticinaban un pronóstico desfavorable y así fue: rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Era la segunda baja importante del equipo donostiarra tras la rotura de menisco de la montenegrina Allegra Poljak, fichaje de ese mismo curso. Ambas se ayudaron mutuamente durante la recuperación, forjando una bonita amistad.
Pero Cecilia no recibió el alta médica hasta más de 200 días después, y solo fue convocada en la última jornada de la temporada ante el Alavés. Pese a la goleada en Anoeta (6-1), no disputó ni un solo minuto. «Su trabajo, esfuerzo y paciencia le dan el premio que nos ha sacado una sonrisa al grupo», dijo Natalia Arroyo en la rueda de prensa previa. Marcos se armó de nuevo de paciencia y esperó todo el verano su oportunidad. Le llegó en el estreno de la Liga F, ante el Villarreal el 17 de septiembre, disputando sus primeros minutos oficiales más de un año después.
Pronto volvió a entrar en la rueda, y desde noviembre no se perdió ni un solo partido, siendo titular ante el FC Barcelona y siendo una de las mejores futbolistas del encuentro, que cayó del lado azulgrana por un ajustado 2-1. Antes de acabar el año fue convocada por la Selección española sub-23 y disputó un amistoso con la selección vasca ante Chile. El 2023 prometía para la joven guipuzcoana, pero en un entrenamiento volvió a caer. Esta vez la rotura de ligamento es en la otra rodilla, la derecha. «Con esta actitud me voy a recuperar. No ha sido el mejor inicio de año pero voy a hacer que valga mucho la pena», ha escrito en sus redes sociales junto a una imagen en la que sonríe y alza los brazos. Cecilia Marcos tiene 21 años y un futuro maravilloso por delante. Como grandes ejemplos, Eva Navarro o Andrea Falcón, estrellas que cayeron dos veces, pero se volvieron a levantar con más fuerza que antes. Fuerza, el verde está a la vuelta de la esquina.