El Sporting de Huelva es uno de los equipos más modestos de la máxima categoría del fútbol femenino español. Sin estructura de un grande detrás y con uno de los presupuestos más bajos. Sin estrellas y perdiendo cada año a sus mejores futbolistas (este verano se marcharon Anita Marcos y Mayra Ramírez, que sumaron 14 goles entre ambas y son puntales en Valencia y Levante respectivamente, y conscientes de que tendrán que volver a tirar de épica para permanecer en la élite un año más. Van 17 consecutivos.
El conjunto de Antonio Toledo, acostumbrado a vivir en el alambre, ocupa la séptima posición tras sumar 16 puntos en 13 jornadas, el doble que en el curso pasado a estas alturas, donde ni siquiera había logrado un triunfo. En la temporada actual acumula ya cuatro. Números muy meritorios que no habrían sido posibles de no ser por la lucha de un equipo que cree hasta el final. La primera victoria llegó ante el Alhama, en el segundo partido, con un golazo de la joven canterana Bárbara López en el 82′. Con el tiempo, el Sporting empezó a acostumbrarse a matar los encuentros no ya en los últimos minutos… sino en el añadido o incluso en la última jugada de los mismos.
Al Sevilla le empató un 0-1 en contra con un tanto de Sandra Castelló en el 96′. Balón largo de la guardameta, un par de duelos ganados en el área… y zambombazo al fondo de la red. El conjunto onubense ha debido acordarse de este partido de cara a las últimas jornadas, donde ha cosechado la friolera de siete puntos con goles en el tiempo extra. La polaca Patrycja Balcerzak fue protagonista en dos momentos épicos: autora del 2-3 ante el Madrid CFF en el 92′ y del 2-3 frente al Villarreal en el 94′. El primero, de nuevo con un balón largo, varios rechaces y el remate final. El segundo, un saque de esquina, otra vez varios rechaces y aparece Balcerzak con un cabezazo estelar. La remontada en Miralcamp fue más espectacular teniendo en cuenta que el Sporting, que ganaba 1-2 en el 84′, sufrió un penalti y una expulsión en contra y jugó la recta final del choque con una futbolista menos.
La mayor proeza llegó en la última jornada, cuando el equipo de Toledo perdía 0-2 ante el UDG Tenerife y marcó los dos goles en el 93′ y 96′. El primero, a balón parado, otra vez de cabeza, esta vez Patri Ojeda. El segundo, un error gravísimo de la defensa tinerfeña que aprovechó muy bien Cristina Gey. Atacó un balón improbable y acabó ejecutando el 2-2 definitivo. Cuestión de fe.
«Nuestro equipo si tiene algo es que persigue hasta el último momento, cuando parecía ya imposible, persigue siempre la victoria, el sumar algún punto, y hoy se ha vuelto a repetir. Lo estamos consiguiendo en varios partidos, no será casualidad. Simplemente es que el equipo psicológicamente está muy fuerte en esos minutos finales aunque las cosas no hayan ido bien a lo largo del encuentro», explica a la perfección Antonio Toledo. La presidenta del club onubense, Manuela Romero, salió al paso en redes sociales para hacer callar a aquellos que hablan de suerte. «Me hace gracia cuando dicen suerte… como si los últimos minutos de los partidos no existiesen. Hace algunos años perdimos/empatamos varios en el descuento. Es cuestión de seguir creyendo y vale tanto cómo marcar en el minuto 25. Trabajo siempre y hasta el final». No se hable más.
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