Los cuartos de final de la Copa del Mundo ya conocen a su 5º participante: Croacia. La selección balcánica logró vencer a Japón en la tanda de penaltis pues los 120 minutos anteriores no fueron suficientes para deshacer la igualdad (1-1). Cuando entramos en territorio +90 y anda Croacia por la zona ya nos podemos imaginar que poco debate hay, el rey está claro.
Con esta victoria, los croatas superan con éxito su 7ª prórroga -con o sin tandas de penaltis- en los últimos 8 partidos de fases eliminatorias de una gran competición (Eurocopa y Mundial). Es un terreno en el que parece que están cómodos, un terreno en el que las fuerzas fallan y el físico parece no responder del todo a las órdenes que la cabeza le da. Resulta irónico que el núcleo duro de esta selección sean futbolistas veteranos como Modric o Perisic, por ejemplo.
Pero para llegar a los penaltis tuvieron que pasar muchas cosas antes. El partido comenzó bastante loco. La actitud que caracteriza a los japoneses se hizo notar sin esperar demasiado y esa garra que tienen en su personalidad los llevó a lograr el 1-0. Hasta entonces ya eran intensos, ya estaban ganando los duelos individuales y saliendo victoriosos en las segundas jugadas, pero es que el primer tanto del partido llegó así. Tras un saque de córner en corto, un par de pases llevaron a un centro en buenas condiciones que, tras un despeje en semi fallo de la defensa croata, Maeda pescó el balón muerto y remató a bocajarro ante Livakovic. Por supuesto, no falló. El del Celtic daba el primer paso hacia los cuartos de final.
Así se fueron las cosas al descanso, con los japoneses por delante. El partido se reanudó y se notó el reseteo de Croacia, que salió con una actitud diferente. Comenzaron a dominar más y a tirar de galones propios de una subcampeona del mundo, aunque sin demasiados alardes. Ese dominio los llevó a lograr el empate tan solo 10 minutos después de que se reanudase el partido. Un centro de Lovren -sí, el central- terminó en la cabeza de Perisic en una zona algo más alejada que el punto de penalti. Pese a la distancia, logró imprimir mucha fuerza en el cabezazo además de ajustarlo a la perfección. En serio, más pegado al poste no podía ir, directo a la base. Gonda no logró alcanzarlo.
A partir de ahí el ritmo bajó contundentemente. Sí hubo una pequeña reacción de ambos equipos: uno queriendo volver a ponerse por delante y el otro aprovechando el impulso del empate iba en busca de la victoria, pero se disipó rápido. Parecía que ambos equipos estaban contentos con ir a la prórroga, aunque el dominio y las ocasiones más claras (pocas) fueron para Croacia. Los 30 minutos de añadido fueron más de lo mismo. El cansancio físico hizo acto de presencia en la mayoría de los futbolistas y los que entraron de refresco no lograron revolucionar el partido. La tanda de penaltis era inminente.
Y cuando tocaba, cuando hacía falta, emergió una figura salvadora. El jugador con mayor capacidad de brillar en una tanda de penaltis, el portero. Dominik Livakovic detuvo tres de los cuatro penaltis que le lanzaron certificando así el pase de su selección a cuartos de final. Los lanzadores croatas anotaron tres goles en cuatro tiros, más que suficientes cuando tu portero está así de inspirado. Sin duda, el MVP del partido.
Croacia, actual subcampeona del mundo, regresa a unos cuartos de final y ya está entres las ocho mejores selecciones. Lo que está logrando esta generación es tremendo. Ahora esperan rival del Brasil vs Corea del Sur.
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