En general, lo estamos pasando muy bien con este torneo. Es cierto que en la primera jornada hubo unos pocos 0-0 que no gustaron a muchos, pero creo que la mayoría de esos conjuntos que especularon ahora tienen un problema. Lo que no nos habíamos imaginado era que, por ejemplo, España y Alemania iban a estar muy cerca de quedarse fuera del Mundial en un grupo que parecía sencillo. Qué chulería suele tener la prensa con la selección. Hasta que el equipo se da el golpe. Ahí empiezan las críticas ventajistas.
Los de Luis Enrique jugaron en el segundo turno del día. Si me permitís, vamos a empezar por ahí. El empate era suficiente para progresar a los octavos de final ante una Japón que lleva todo el torneo con la misma estrategia: tirar la primera parte, defendiendo en el área con muchos defensas, para abrir la Caja de Pandora en el segundo acto. Es increíble la transformación que viven los asiáticos, que pasan de ser un gato manso a un león enfurecido. Sorprende muchísimo, por ejemplo, ver a Mitoma en el banquillo: para mí, viendo la calidad de sus minutos cada vez que sale al verde, es uno de los mejores futbolistas de la competición. Pero sigue siendo un actor secundario.
Los nipones cumplieron el guion a la perfección: los españoles se adelantaron, pero un bloqueo monumental en los primeros cinco minutos fue suficiente para perder el envite (1-2). Posteriormente, la nada. España era un páramo, sin más ideas que pasar el balón de un lado al otro, sin nadie atreviéndose a romper el choque con un disparo o un regate. El sufrimiento, aunque fuera por poco tiempo, se acrecentó con lo que pasaba en el otro envite: Costa Rica iba ganando a Alemania. Los de Flick, afortunadamente, voltearon el marcador esperando el auxilio del combinado nacional. Los germanos no fueron socorridos. Están en la calle pese a ganar 2-4.
Unas horas antes, otro sobresalto: Bélgica, con un Romelu Lukaku desesperado, se quedó fuera de los octavos. Los de Roberto Martínez debían superar a Croacia, subcampeón en el último Mundial. En un partido muy igualado, los belgas tuvieron las ocasiones más claras para desnivelarlo todo. Sin embargo, el ariete del Inter no tuvo el día. Fue una actuación que será recordada, desafortunadamente, el resto de sus días. Marruecos, por su parte, aprovechó los errores de Canadá para progresar en primera posición. El rival será España. Se avecina un partido muy caliente.
Hoy se define la fase final. Portugal, ya en la siguiente ronda, se cita con Corea del Sur, que necesita un milagro. Los de Paulo Bento deben vencer por una amplia ventaja y esperar el empate en el Ghana-Uruguay. Este último compromiso, según dicen, no será una revancha de lo que pasó en 2010. Ya veremos. Los africanos saben que si suman los tres puntos no tendrán que utilizar la calculadora.
Los últimos choques de la fase son el Camerún-Brasil y el Serbia-Suiza. Los brasileños ya tienen sus billetes para estar entre los dieciséis mejores; los demás aún conservan alguna opción. Los de Murat Yakin son los mejores colocados para clasificarse. Probablemente un empate sea suficiente si Aboubakar, ante los pentacampeones, no se vuelve a disfrazar de Ronaldo Nazario.
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