Dos grandes favoritos cumpliendo con los pronósticos. A veces el Mundial se abraza a la lógica. Seguramente porque lo más surrealista ocurrió ayer por la mañana. Como si Dalí hubiera revivido por unas horas, la competición dejó de vivir con miedo y mostró dos partidos locos. Sí, las defensas brillaron por su ausencia, pero en este fútbol tan calculado necesitamos encontrarnos con duelos como el de Serbia y Camerún. De táctica ya hablaremos otro día.
Europeos y africanos salieron al verde con una idea en la cabeza: no valía el empate. Por ello, desde que Castelleto abrió la veda los aficionados empezamos a disfrutar. Serbia volteó el resultado y llegó a ponerse 1-3, pero Aboubacar, disfrazado de Roger Milla, reventó a la defensa de los Dragan Stojković. Se van a acordar de estos dos puntos perdidos. (3-3)
Los goles habían llegado y no iban a parar. Corea del Sur y Ghana también tenían la necesidad de sumar y eso solo se hace marcando. Los africanos se pusieron 2-0, pero a partir de ahí reinó la anarquía. Los asiáticos, que jamás se rinden, consiguieron igualar la contienda, pero el gol final de Kudus lo rompió todo. (2-3)
Brasil, por su parte, no había ganado a Suiza en los primeros dos enfrentamientos que habían tenido. Los de Murat Yakin cumplen con una precisión impresionante. Solo Casemiro, con mucha fortuna, pudo romper la resistencia de los europeos. Los pentacampeones ya están en octavos de final.
Otro plato fuerte era el Portugal-Uruguay. Los sudamericanos, de la mano de Bentancur, tuvieron ocasiones, pero se impuso la normalidad: los lusos tienen una de las mejores plantillas del torneo. Un doblete de Bruno Fernandes fue suficiente para doblegar a los uruguayos y clasificarse a los octavos de final. Ojo, por cierto, con los de Diego Alonso: deben ganar ante Ghana, que busca venganza después de lo de 2010, y esperar que Corea del Sur pinche.
Hoy ya no tenemos cuatro partidos en horarios distintos. Una lástima. A las 16:00 se definirá el grupo A: Senegal, Ecuador y Países Bajos se juegan la clasificación. Con Catar ya eliminada, que cierra su participación ante los neerlandeses, los demás dependen de sí mismos para estar entre los mejores. En el grupo B, en cambio, todo sigue abierto. La lógica dice que Inglaterra pasará -termina la primera fase ante Gales– e Irán y Estados Unidos dirimirán quién acompaña a los británicos. El duelo, por cierto, tiene un componente político muy importante.
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