El 26 de septiembre, Gareth Southgate tomó la decisión de convocar, por primera vez en su vida, a Ivan Toney, en lo que fue la última cita antes de la lista oficial para el Mundial de Qatar. A sus 26 años, el punta inglés tenía una de esas carreras de jugadores forjados a base de golpes a los que nadie le ha regalado nada. Tras un fichaje frustrado por un equipo Premier, en este caso el Newcastle, y varias temporadas en las categorías de un nivel inferior en el país, Ivan Toney estaba rompiendo las redes de la Premier League y siendo uno de los arietes del momento desde que hace unas temporadas llegara al Brentford y se le cayeran los goles de los bolsillos. Su presencia en el Mundial se antojaba más que posible como recambio de Harry Kane, sobre todo tras saber que las convocatorias iban a ser de 26. La noticia de su ausencia sorprendió a casi todos, y solo cinco días después pudimos entender el motivo por el cual seguramente no iba a estar en la lista. Ivan Toney ha sido acusado de romper las normas de la Premier contra apuestas deportivas y ha sido denunciado por haber cometido 232 apuestas entre 2017 y 2021.
Ivan Toney no tuvo una infancia sencilla. El chico, nacido en Northampton, creció sin un referente paterno cuando su padre les abandonó nada más nacer. Fue su madre, Lisa, la que ocupó un doble papel, realizando auténticos sacrificios para que los tres hijos de la familia pudieran crecer en un entorno sano. Lisa, que tenía que hacer malabares para sacarles adelante día a día, fingía no tener hambre para poder repartir entre sus hijos la poca comida que tenían. Lisa tenía orígenes en Jamaica, mientras que su padre los tenía en las islas de San Vicente y Granadinas, por lo que la sangre caribeña corría por sus venas. Lisa volvió a casarse y el pequeño Toney no solo ganó una figura paterna, sino que consiguió dos nuevos hermanos. Toney ingresó en las categorías inferiores del Northampton siendo un niño y en 2012 se convirtió en el jugador más joven de la historia del club en debutar, al hacerlo con 16 años. En 2014, con 18 años recién cumplidos, Toney acordó su traspaso a los Wolves, que entonces jugaban en Championship, pero cuando el acuerdo estaba cerrado, el Wolverhampton se echó para atrás. Su entrenador, entonces, confirmó que tras un problema confidencial el club ya no estaba interesado, aunque no reveló por qué se había caído el pase. La prensa inglesa deslizó que no había pasado el reconocimiento médico por una enfermedad o problema que no se había revelado.
En verano de 2015, cuando tenía 19 años recién cumplidos, Ivan Toney, que seguía en el Northampton, firmaba por el Newcastle United de Steve McClaren. Las urracas, entonces, pasaban por un mal momento (acabaron descendiendo) y contaban en la plantilla con delanteros del corte de Papiss Cissé y Ayoze Pérez, además del fichaje estrella Mitrovic y de dos tipos como Doumbia y Riviere, que empezaron la temporada. Así, Toney apenas contó, y en noviembre se marchó al Barnsley (League One, tercera categoría) en una cesión de 28 días que unos meses más tarde se volvió a llevar a cabo. Ya con Benítez en el equipo, el español tampoco quiso contar con él. El Newcastle perdió la categoría, pero ni por esas sirvió para que Rafa tuviera en cuenta quedarse con el futbolista. “En Newcastle me di cuenta de que ya no tenía a mi madre al lado para hacer todo por mí. Era mi primera vez fuera de casa”, admitiría.
Toney pasó los siguientes dos años también cedido en cuatro equipos diferentes, por lo que cambió de camiseta a cada mercado, siempre jugando en League One. Habían pasado tres años y el chico apenas había jugado 41 minutos con la camiseta del Newcastle, repartidos en cuatro partidos, siendo dos de ellos de Copa de la Liga. La nada. Así, las urracas le dejaron ir prácticamente por el mismo importe por el que le ficharon, algo menos de medio millón de euros. Cuando Toney llegó al Newcastle pensaba que había cumplido su sueño de llegar a la Premier League, pero fue todo lo contrario. Se sintió frustrado, solo y el día que el Newcastle le dejó marcharse, sin apenas darle oportunidades, se juró a sí mismo que volvería para callar bocas.
Ivan Toney firmó por el Peterborough y aquel fichaje le cambió la vida. Encontró su ecosistema jugando en un nuevo equipo de League One. En dos años en el club metió 49 goles, y aquello le sirvió para ascender a Championship ganando además los premios al Mejor Jugador de la temporada y Máximo Goleador en la categoría. En verano de 2020, el Brentford llamó a su puerta, pagó 5 millones de euros y le dio la oportunidad de ser importante en Championship. La respuesta no se hizo esperar, Toney metió 31 goles, lo que en aquel momento le dio el récord de goles en la categoría (que un año más tarde superaría Mitrovic) y ascendió al equipo a Premier League después de haber estado 80 años sin jugar en la máxima categoría. Aquel día, a los micrófonos de Sky Sports, y sabedor de que iba a jugar en Premier League, admitió estar ansioso “de callarle la boca a la gente”. No se sabe muy bien para quién iba aquel mensaje, pero seguramente a todos aquellos que no confiaron en él y quizás en especial al Newcastle.
Sin haber representado nunca a Inglaterra a nivel de selecciones en ninguna selección juvenil, que Toney tenía futuro internacional parecía complicado a sus 25 años. Por eso, en 2021, Jamaica informó que, gracias a sus raíces, Toney estaba a punto de conseguir la nacionalidad jamaicana y así sumarse al país caribeño en su intento por estar presente en el Mundial de Qatar. Finalmente, y gracias a su impacto en Premier, Toney rechazó la llamada y abogó por esperar para jugar con Inglaterra. Aquel mismo verano, en 2021, se dio una particularidad. Pese a que su padre había cortado todos los vínculos con él, Ivan Toney no se olvidó de sus raíces y viajó a San Vicente. Y es que en abril de 2021, la isla caribeña se vio sacudida por la erupción de un volcán que causó un gravísimo desastre dejando, entre otras cosas, a todos los habitantes sin agua. Toney donó dinero (allí viven aún abuelos y familiares paternos y amigos) y prometió dar 1000 libras por cada gol que marcase ese año (acabó haciendo 31). Nada más terminar la temporada, viajó hasta allí para ayudar con sus propias manos antes de debutar oficialmente en Premier League. En la 2021-2022, cuanto aparecían como claros candidatos al descenso, el Brentford salvó la categoría de manera holgada, Toney metió 14 goles, y se consolidó como una de las grandes amenazas y sorpresas de la máxima división.
Por eso, la historia quiso dar uno de esos caprichos curiosos que a veces se dan. Y es que, en verano de 2022, el Newcastle, en búsqueda de un delantero de nivel, de garantías y de tronío para su nuevo proyecto, preguntó precio por ese jugador que había sido suyo, al que apenas había dado oportunidades en tres años y al que había vendido por menos de 500 mil euros. ¿La respuesta del Brentford?: Empezaremos a negociar por 50 millones. Toney se quedó, el Newcastle firmó a Isak y el inglés ha estado reventando la Premier League en estos meses hasta el inicio del Mundial. Es tercero en la clasificación de goleadores, solo por detrás de Haaland y de Harry Kane. Ha metido 11 goles en 16 partidos (sumando todas las competiciones) y parecía una locura pensar que no iba a estar en la cita mundialista. Sobre todo porque Wilson, su gran rival por un puesto, es un futbolista castigado por las lesiones y que llegaba al día en el que Southgate daba la nómina final tocado.
Pero solo unos días antes de la lista final, un rumor empezó a correr cuando la FA avisó al club que tenían pruebas para llevar a cabo una denuncia contra su delantero estrella por un tema de apuestas deportivas y él se comprometió a colaborar. El asunto, al que no se le dio demasiado recorrido entonces, volvió a hacerse novedad solo cinco días después de la lista definitiva de Inglaterra (donde no estaba Toney) cuando la FA anunció que se querellaba contra el delantero.
A Toney se le acusa de infringir las normas de la FA tras haber realizado 232 apuestas deportivas entre 2017 y 2021 relacionadas con partidos de fútbol. El asunto tiene mala pinta, porque el jugador se enfrenta, si es declarado culpable, a un periodo de tiempo en la grada. Solo faltará saber cuánto. En 2017, Joey Barton fue sancionado con cinco meses de sanción por haber cometido apuestas durante 10 años, algo que terminó con su carrera a su edad. A Sturridge le sucedió algo parecido en 2020, en este caso siendo suspendido por algo más de cuatro meses, lo que le costó también su contrato con el Trabzonspor. El último caso al máximo nivel es el de Trippier, que fue sancionado con 10 semanas por recomendar a un amigo apostar a su fichaje por el Atlético.
Ahora, Ivan Toney se enfrenta a un futuro incierto, toda vez que la FA ha deslizado que, en base a la normativa, el jugador se podría enfrentar incluso a una inhabilitación de por vida. El pasado día 24 de noviembre la FA cerró el buzón para recibir toda la información que el futbolista tuviera, y ahora llega el plazo en el que deberán tomar el veredicto. Su club no se ha pronunciado. El jugador, que admitió que está cooperando, dice que se enteró por una noticia en un periódico y no por ninguna notificación oficial. Lo que está claro es que, de no existir esta denuncia y esta investigación, Ivan Toney habría tenido un hueco en Qatar.
Imagen de cabecera: Getty Images
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