España jugaba frente a Estados Unidos, la vigente campeona del mundo y número 1 de ránking FIFA, en el peor contexto posible. Lo que se antojaba un partido ilusionante en El Sadar se tornó en el miedo a que la goleada encajada pudiera ser histórica. En el equipo español faltaban, por lo que todos ya sabemos, futbolistas de la talla de Alexia Putellas, Jenni Hermoso, Sandra Paños, Mapi León, Aitana Bonmatí, Irene Paredes, Patri Guijarro, Ona Batlle, Lucía García, Laia Aleixandri o Mariona Caldentey. Muchas de ellas son las mejores del mundo en su puesto, nominadas a múltiples premios individuales a nivel nacional e internacional, y presentes en los equipos de mayor prestigio del continente.
Con las mejores, las que siempre ponía Jorge Vilda hasta el conflicto actual, España jugó tres partidos frente a las norteamericanas… y perdió los tres. 0-1 en el Rico Pérez, 2-1 en el Mundial de Francia 2019 y 1-0 en la She Believes Cup. De no haber llegado a esta situación, el seleccionador español habría confiado casi con total seguridad en un once en el que no habrían faltado Paños, Mapi, Batlle, Paredes, Aitana, Patri, Mariona y Jenni (Alexia, lesionada de gravedad, no habría jugado de todos modos). Al seleccionador español se le ha criticado hasta la saciedad por no dar oportunidades a otras futbolistas que sí estaban brillando en sus respectivos clubes y que podían haber servido de complemento al equipo cuando titularísimas se encontraban renqueantes o en la recta final de una recuperación.
Gran parte de las jugadoras que se enfrentaron a Estados Unidos en El Sadar esperaron su oportunidad durante mucho tiempo, sin suerte. Misa Rodríguez es una fija en las convocatorias desde hace años, pero es la primera vez que ha podido ser titular ante una selección top. Se mostró segura en todo momento, sobre todo en los centros al área y disparos desde fuera con los que intimidaban las yankees. Ivana Andrés, que no jugó un solo minuto en el último Mundial y en la última Eurocopa, lideró la defensa y a todo el equipo con el mismo tesón que en el Real Madrid. Su pareja en el centro de la zaga fue nada menos que Laia Codina, una zaguera que ni siquiera estaba entre las 23 elegidas para este parón internacional. Entró en lugar de la lesionada Ana Tejada, fue titular en su debut y abrió el marcador para España tras un barullo en el área. Además, se mostró muy solvente en defensa durante todo el partido.
Qué decir de Oihane Hernández. Debutó hace un mes con la Selección española, pero no podía imaginar ser titular ante Estados Unidos y ser clave con una asistencia celestial a Esther en el segundo tanto, además de su compromiso atrás. O Rocío Gálvez, una clásica en las categorías inferiores de la Roja pero con escasa participación en la absoluta. El salto de calidad que ha experimentado en este inicio de temporada es simplemente espectacular.
Jugar en la Selección es más difícil todavía si eres centrocampista y no te llamas Alexia, Aitana o Patri. En los últimos años, este trivote se consagró como uno de los mejores del continente, y para Vilda resultaba inamovible incluso en los partidos más insustanciales. Contra las norteamericanas tuvo que alinear un centro del campo formado por Maite Oroz, Claudia Zornoza y Maitane López. Ninguna de las tres estuvo en la Eurocopa. La primera cumplió el sueño de jugar en su tierra, Navarra, y de paso firmó una exhibición para enmarcar. La segunda fue descrita la temporada pasada como un «caso excepcional», en palabras de Vilda, pues volvía a la Selección nueve años después dado su rendimiento brillante en el Real Madrid, donde fue de largo la mejor futbolista del año. No fue suficiente para estar en la convocatoria final rumbo a Inglaterra, pero fue titular ante Estados Unidos y dejó impronta. El caso de Maitane es quizá el más peculiar: durante mucho tiempo se pidió de forma popular su llamada a la Selección, y finalmente Vilda le hizo debutar hace un año en un amistoso frente a Marruecos. La mallorquina no volvió a aparecer en las listas hasta ahora, siendo titular ante Estados Unidos y ejerciendo su rol de ‘box to box’ a la perfección.
A excepción de la navarra Ane Azkona, que entró en el añadido para cumplir su sueño de jugar en ‘casa’, el resto de las que contribuyeron al histórico triunfo frente a Estados Unidos sí eran más o menos habituales en la Roja (Esther, Olga Carmona, Alba Redondo, Marta Cardona y Athenea del Castillo). «Parecía que teníamos que demostrar mucho y nos hemos unido», dijo Esther en Teledeporte, consciente de que pocos confiaban en que una selección sin muchas de sus estrellas y con medio equipo prácticamente debutante pudiese ganar a la mejor del planeta. Al menos se puede sacar algo positivo de toda esta pesadilla: el talento español es inagotable.
Foto principal: @Sefutbolfem
