El pasado martes se confirmó una noticia terrible para la Selección española: Jenni Hermoso es baja para la Eurocopa tras sufrir un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Fue la misma lesión que le privó de disputar la ‘Final Four’ de la Copa de la Reina, y no juega un partido desde que se marchara al descanso de la dolorosa derrota en la final de Champions de Turín ante el Lyon. Ausente en las dos primeras sesiones, Vilda decidió no arriesgar ni esperar a Jenni, velando por el bien común y confiando en el buen estado físico del resto de sus jugadoras.
Nunca sabremos si la madrileña habría llegado a tiempo y en plenas condiciones. Lo que sí podemos analizar son las consecuencias de una ausencia dolorosa a la que no hay que quitar importancia, ni mucho menos.
Gol en la sangre. Desde febrero del año pasado es la máxima anotadora de la historia de la Selección. 42 goles en 82 partidos, entre los que figuran los tres que firmó en el Mundial de Francia (de cuatro que marcó la Roja en todo el torneo) y el doblete en el último partido ante Escocia, el que clasificó a España para el próximo Mundial en Australia y Nueva Zelanda. Este curso, a pesar de las lesiones y de haber disputado solo 14 partidos como titular, ha anotado 16 goles, siendo la delantera española con mejor promedio goleador (0,69 tantos por partido). Con las dificultades que suele tener el equipo español para ver puerta en Eurocopas y Mundiales, no poder tener a Jenni es un hándicap.
A vueltas con el estilo. Jenni no es solo gol, como todos sabemos. Hace tiempo que se convirtió en una futbolista total, que con libertad en cualquier posición de ataque se convierte en más peligrosa si cabe. Por sus aptitudes (visión de juego, último pase, llegada desde atrás, conducción) y el indiscutible rol que ha desempeñado durante años en el esquema de Jorge Vilda, estamos ante una jugadora insustituible. Hermoso condiciona el juego que lleva practicando la Roja desde antes del Mundial de Francia, por lo que es muy probable que el esquema cambie a escasos 20 días del inicio de la Eurocopa. ¿Jugará España con doble punta? ¿Apostará Jorge solo por Esther o Amaiur?
Liderazgo. Últimamente se habla más de Jenni por lo que publica en Instagram y por su futuro (todavía no ha renovado con el Barça) que por su importancia en el campo y en el vestuario. No se confundan: en un torneo de este nivel, la experiencia es un grado. Y España cuenta con un grupo espectacular, cuya mayoría de futbolistas ha campeonado en categorías inferiores, y casi la mitad saben lo que es jugar tres finales de Champions. Pero pocas pueden presumir del bagaje de Jenni, con dos Eurocopas y dos Mundiales a sus espaldas, y una trayectoria que combina récords en España y vivencias lejos de nuestras fronteras. El valor de tener una jugadora así en un vestuario tan joven es incalculable. Por no decir del liderazgo y el carácter que contagia al equipo cuando las cosas no salen.
No vamos a llenarnos de victimismo. España sigue contando con una plantilla magnífica, con grandes jugadoras en todas las demarcaciones, y seguramente el mejor centro del campo del torneo, con la mejor futbolista del planeta a la cabeza. Ganar la Eurocopa debe seguir siendo el objetivo, ni mucho menos vamos a reducir las expectativas. Pero no se confundan: lo que da Jenni dentro y fuera del campo a esta Selección no lo puede dar nadie. La vida sin Jenni es mucho peor.
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