La Selección Española sigue sin carburar como debería, así de claro. Ayer vencieron a Suiza a domicilio (0-1) con un solitario gol de Pablo Sarabia, pero esta victoria no debería ocultar los problemas que tiene el equipo, sobre todo con el Mundial en el horizonte.
Como es habitual, la posesión favoreció a nuestra selección, ya sabemos que es un equipo -y un entrenador- al que le gusta tener el balón. Pero ayer, esa posesión no se vio traducida en peligro, al menos no más allá de los tres disparos a puerta que realizó el equipo: uno de Ferran y otro de Asensio, ambos muy centrados y fáciles para Sommer, y otro de Sarabia, el del tanto. Sí vimos algunas sociedades interesantes como son el Sarabia-Jordi Alba, el Azpilicueta-Marcos Llorente o el Gavi-Busquets que ya conocíamos del Barcelona.
El único tanto del partido llegó de una presión alta en la que Ferran, con un punto de activación especial para saber cuándo puede robar, recupera el balón, cede para Marcos Llorente que profundiza y centra por abajo para que Sarabia remate con la puntera. El gol viene de una presión alta de manual. Pero mucho tiene que mejorar la Selección si quiere pelear seriamente en Catar. Ayer sufrió mucho en las transiciones defensivas, Shaqiri, Embolo y compañía hicieron verdadero daño.