El desastre policial en la final de la Champions League sigue trayendo cola. Aficionados de ambas entidades sufrieron por el desorden absoluto en la capital de Francia, que celebrará unos Juegos Olímpicos en un par de años. Hoy el jefe de la policía de la ciudad, Didier Lallement, ha dado la cara: «Obviamente es un fracaso. Fue un fracaso porque la gente fue empujada y atacada. Fue un fracaso porque la imagen del país fue socavada», aseguró.
Pese a no tener ninguna evidencia, también afirmó que unas 40.000 personas se acercaron al estadio sin tener una entrada. Se cuestiona por qué no se crearon una serie de anillos alrededor del estadio para evitar este tipo de masificaciones. También charló sobre los gases lacrimógenos: “Es la única manera de hacer retroceder a una multitud sin tener que cargar contra ella. Y funcionó. Soy consciente que la gente de buena fe, familias con niños, se vieron envueltos. Lo siento, pero no hubo otra solución. No consideramos que hubiera tantos aficionados con entradas falsas”.
La UEFA ha encargado un informe independiente al político Tiago Brandão Rodrigues. Sin embargo, hay algunas voces discordantes con la elección ya que, al parecer, el portugués tiene una relación cercana con Ceferin. Ambos equipos han reclamado explicaciones, pero el tema va para largo.
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