Lo de ayer fue muy duro para el Manchester City. El cuadro del Etihad, que estuvo casi toda la eliminatoria por delante, no pudo aguantar el poder del Santiago Bernabéu y sucumbió en el momento clave. No es casualidad. «Es difícil para nosotros, no lo puedo negar. Estábamos muy cerca de la final de la Champions. Ahora necesitamos procesar esto y volver con nuestra gente en casa: tenemos cuatro partidos por delante», dijo para medios ingleses.
El catalán, pese a estar por encima en el global, reconoció que el primer acto no fue bueno: «En la primera mitad no jugamos demasiado, no fuimos lo suficientemente buenos. Pero no sufrimos mucho. Después de marcar el gol fuimos mejores. Encontramos nuestro ritmo y nuestro juego y los jugadores estaban cómodos. No es que en los últimos 10 minutos nos estuvieran atacando y sufriéramos. No sucedió eso», reconoció con un punto de desesperación. El huracán llegó y no pudieron hacer nada.
«Metieron muchos jugadores en el área, pusieron centros y marcaron dos goles. No jugamos increíblemente bien, pero es normal, es una semifinal, los jugadores sienten la presión y las ganas de hacerlo bien. El fútbol es impredecible en partidos así. Tenemos que aceptarlo”, concluyó.
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