Aun siendo un tema recurrente no deja de generar noticias. En los últimos tiempos la Bundesliga ha sido objetivo de críticas y alabanzas. Gente que la odia o desprecia porque el Bayern últimamente, dicen, no ha tenido rival, salen de debajo de las piedras cada vez que algún seguidor la menciona. Pasan los años y el desenlace es el mismo. Es normal que te desencantes, pero una competición de liga no la monopoliza un ganador. Ni siquiera, lo que hacen sus equipos en el continente. Una liga es algo global. Va más allá.
El Borussia Dortmund, el gran rival del Bayern en las últimas décadas, es uno de los equipos obligados a plantarle cara a los bávaros cada año, pero no el único. El argumento de Erling Braut Haaland lo tenían bien aprendido. Él y sus compañeros se encargarían de sembrar el pánico ante las defensas contrarias. Sin embargo, con lo que los borussers no contaban era con tener una defensa muy frágil. Otra vez se repetía la historia. Al Dortmund de la pasada campaña se le diagnosticó ese como el gran debe del equipo. El juego ofensivo no era un problema, hasta que se sumó a la fiesta con las lesiones del delantero noruego, que se hacía notar cuando estaba sobre el campo, pero también se notaba, mucho además, cuando no estaba.
Marco Rose no supo reconducir la situación y era cuestión de tiempo que el Bayern sumara su décima liga consecutiva y así pasó. Muchas expectativas previas, mucho ‘hype’, como lo llaman ahora. Pero un mismo final. Con el cambio de Sebastian Kehl por Michael Zorc en proceso, el Borussia Dortmund ha ido reforzando el club de cara a la próxima temporada, dejando fichajes ya hechos previos al mercado (algo habitual en la Bundesliga, por cierto). De esta manera, el conjunto del Signal Iduna Park contará con los refuerzos de Niklas Süle y Nico Schlotterbeck para este verano. El primero llega desde el Bayern, sin haber pagado traspaso. El segundo, por otra parte, es una de las revelaciones de la temporada, Nico Schlotterbeck que, junto a Philipp Lienhart ha formado una de las grandes parejas defensivas de la competición. Tanto, que han llegado a discutirle el puesto de ‘equipo menos goleado’ al Bayern en la actual campaña.
Süle y Schlotterbeck supondrán una clara mejoría para el Dortmund en lo defensivo. Eso se intuye por los nombres, al menos, así se ve sobre el papel. Pero es que los problemas van más allá de los nombres. Uno de los males del club ha sido la plaga de lesiones, sobre todo en la línea defensiva. Y, aun estando bien, el tema físico no es excusa. El pasado verano era evidente que se necesitaban refuerzos, pero solo llegó Pongracic, cedido desde el Wolfsburg, para luego ser un suplente que no juega de inicio ni con otros jugadores ausentes. Se confió mucho en Haaland y compañía, pero había un agujero atrás que no han sabido tapar. Ahora parece que van descubriendo cuál es el verdadero problema y andan detrás de la solución.
Aunque las críticas apunten duramente a Manuel Akanji o Dan-Axel Zagadou, el problema abarca a más gente. Mantener a Haaland a toda costa durante una temporada más trajo consecuencias. Con Niklas y Nico parece que algo va a cambiar y está claro que no serán los únicos en llegar. Así debería ser si se quiere, de verdad, optar a repetir la hazaña de Jürgen Klopp, el último técnico en arrebatarle al Bayern el ‘torneo de la regularidad’. Marco Rose deja muchas dudas y ni siquiera se sabe si será él quien se sentará en el banquillo. Lo que está claro es que la renovación debe ser profunda y que ya no podrán contar con los goles del noruego para la próxima campaña. Y en defensa, ya se están mostrando las cartas. El papel lo cura todo y, a priori, las nuevas caras del Borussia Dortmund para la 2022-23 tienen buena pinta. No obstante, todos tienen un problema al cual son ajenos, de cara a la preparación de una temporada. Ese problema no es otro que el Bayern. Será complicado que un club como el bávaro deje escapar un título como el de la Bundesliga. ¿Por qué? Es difícil de entender, como la mística del Real Madrid y la Copa de Europa. El Bayern parte siempre como gran favorito, como gigante que es. Solo una crisis galopante le apartaría del trono, porque aun estando mal, siguen levantando la ensaladera.
Suenan muy bien los refuerzos de Süle y Nico Schlotterbeck, dos jugadores que, con toda seguridad, estarán en el Mundial de Catar a finales de año. Sin embargo, la renovación del equipo debe ir a más si se quiere tener alguna opción. Más aún, si se confirma el secreto a voces, la salida de Haaland, que, como ya sucediera en el caso de Jadon Sancho, acaba yéndose por desgaste.
Imagen de cabecera: Borussia Dortmund
