La historia del AC Mantova se caracteriza por muchos momentos gloriosos y otros algo más oscuros. Actualmente el club de los ‘virgiliani’, nombre dado por el icónico poeta Publio Virgilio, juega en Serie C pero hubo un tiempo en que el equipo saltó a la primera línea de las crónicas nacionales gracias a un maravilloso ascenso desde la Quarta Serie (la actual Serie D) hasta la máxima categoría.
Cuando Mantova se convirtió en «Il Piccolo Brasile»
El inicio de esta extraordinaria epopeya coincidió con la temporada 1955/56 y tuvo como principales artífices a dos importantes figuras del mundo del fútbol. El primero de todos fue Italo Allodi,probablemente el primer gran mánager como tal del calcio italiano que años más tarde construiría «la Grande Inter». El otro estandarte y protagonista de esta gran historia fue un gran entrenador que años después, lamentablemente, sería también recordado por uno de las mayores ‘catástrofes’ futbolísticas de Italia, Edmondo Fabbri.
En esta misma temporada (1955/56) el Mantova estaba jugando en elgrupo C de la Quarta Serie. Los ‘biancorossi’, con un equipo construido con jóvenes mimbres de la zona, lograron un excelente y logrado tercer puesto que tan sólo fue un aperitivo de lo que comenzaría al año siguiente. De cara a la próxima campaña el Mantova llegaría a un acuerdo con un importante patrocinador: la refinería petrolera local OZO. Este nuevo patrocinador supuso un cambio en los colores del club: pasarían de ser ‘biancocelesti’ a vestir un uniforme ‘biancorossi’, a pesar de mantener el histórico matiz celeste en su escudo.
El equipo dirigido por Fabbri logró un segundo puesto ascendiendo así a Prima Categoria Interregionale, una liga creada durante cinco años que sirvió como transición a la futura Serie D. El suntuoso despegue de la entidad lombarda se materializó en las próximas temporadas (1957/58 y 1958-59) donde logró dos ascensos consecutivos con dos primeros puestos: los chicos de Fabbri habían alcanzado la Serie B. Los ‘virgiliani’ comenzaron a ser conocidos como el ‘Pequeño Brasil’, apodo acuñado por un periódico de la ciudad toscana de Lucca.
Al año siguiente, tras el ascenso, el equipo se revolucionó con varios jugadores que hicieron las maletas para irse a jugar a categorías superiores. Tras un comienzo un tanto titubeante, llegó un logrado quinto puesto. Esta fue la antesala de la llegada a la Serie A, que tuvo lugar en la temporada 1960/61. El ‘Piccolo Brasile’ se tiñó de ‘verdeamarelo’ con la llegada de los brasileños Sormani (al que apodaron «El Pelé blanco») y Nelsinho, acompañados por el suizo Anton Alleman. El primer año de la entidad mantovana en la máxima categoría se saldó con un honroso noveno puesto. Sin embargo, tras finalizar la temporada, comenzaron los problemas.
La tormentosa despedida de Fabbri
En 1962 hubo una disputa entre el presidente Giuseppe Nuvolari y el entrenador Edmondo Fabbri, que dejó el Mantova tras siete años. En su lugar llegó el húngaro Nandor Hidegkuti. El equipo se salvó, pero el club decidió no contar con él y en su lugar llegó al año siguiente Luigi Bonizzoni, que intentó salvar un equipo reforzado con las llegadas de Schnellinger y un joven Dino Zoff. Bonizzoni tampoco convenció y en su lugar llegó el argentino Oscar Montez. Esta vez el parche tampoco funcionó y el Mantova descendió a Serie B. Sin embargo, el purgatorio mantovano solamente duró un año y los virgiliani volvieron inmediatamente a la Serie A de la mano de una vieja gloria del club como Giancarlo Cadé, esta vez desempeñando el rol de entrenador.
En la temporada 1966/67 los ‘biancorossi’ le arrebataron el Scudetto a “la Grande Inter”, ganándoles 0-1 en el Meazza en la última jornada y asistiendo al ‘sorpasso’ de una Juventus que ganó a la Lazio proclamándose así campeón de Italia.
Lamentablemente, el Mantova, al año siguiente no pudo mantener la categoría y recayó en Serie B. En la 1971/72, la entidad virgiliana da sus últimos coletazos ascendiendo de nuevo a Serie A aunque solamente por una temporada. Tras ello vino un doble descenso a la Serie C que decretó el fin del cuento de hadas del Piccolo Brasile virgiliano.