No hace falta ser un lince de las estadísticas, de los que llenan sus redes con un sinfín de mapas de calor y de líneas que dibujan sistemas, para descubrir que el Wolverhampton posee una de las mejores defensas de toda Europa. Sus 23 tantos encajados es una de las mejores marcas en la Premier League y, como ya hablamos en la última columna, uno de los grandes culpables es José Sá. Sin embargo, lo más sorprendente radica en la manera en la que están gestionando sus goles marcados. Este curso tan solo han anotado 29. Pese a ello son candidatos para conseguir un puesto en Europa.
Cuando arrancó el curso, Bruno Lage era el favorito para ser el primer técnico cesado en la liga. Muchos no pensaron en Rafa Benítez, por ejemplo, firmando por un Everton en descomposición -el español no tardó en destrozarlo un poco más- o en el Watford, que despide entrenadores como el que se pone una serie en la televisión. En Inglaterra, gran parte de los analistas, que son muy chovinistas, pensaron que el aterrizaje de un técnico que no tenía ninguna experiencia en Premier iba a ser un drama para la entidad. Nada más lejos de la realidad.
El luso, que tiene una gran trayectoria en su país de origen, ha mantenido la idea que tenía Nuno. Los Wolves, como muchos sabéis ya, son una colonia de portugueses que ha construido Jorge Mendes a base de dinero y muchos contactos. No se puede discutir nada: es el fútbol que hemos aceptado. Desde el 5-4-1 ha compuesto un cuadro que apenas recibe goles, con un bloque que defiende la meta de Sá con un fervor que emociona. Pese a la ayuda que recibe el guardameta, que el año pasado jugaba en Grecia, ha recibido 14 goles menos de los que debería haber encajado. Su temporada es colosal.
Los de Lage, además, poseen una tremenda capacidad de adaptación a cualquier contexto: entienden a la perfección cómo deben mover el cuero de un lado al otro, pero si se tienen que parapetar en su área, sin tener la posesión durante varios minutos, se adaptan bien. Más allá de una zaga muy segura, por supuesto, debe tenerse un doble pivote de altura que sostenga a toda la escuadra. Con João Moutinho y Rúben Neves, que está para jugar en una entidad de Champions, todo es más fácil. Probablemente el curso que viene jugarán en Europa: viendo su rendimiento es lo más normal del mundo.
Imagen de cabecera: @WolvesEspanol