Parece mentira que, viendo el rendimiento de ambos equipos esta temporada, el Borussia Mönchengladbach haya eliminado a un Bayern con un once perfectamente titular, ganándole por 5-0 antes de cumplirse la hora de partido. Sorprende del equipo bávaro y de los potros, que llevan una temporada muy irregular y, de momento, pueden presumir de haber jugado tres partidos con el Bayern (dos de ellos oficiales) esta temporada y no haber perdido ninguno. ¿Por qué sorprende que haya ocurrido eso? Por la irregularidad del Gladbach que, bajo la dirección de Adi Hütter, no ha sabido encontrar la tecla y va dando tumbos por la Bundesliga. Excepto las dos victorias conseguidas de manera consecutiva frente a Borussia Dortmund y Wolfsburg, los ‘Potros’ solo han encadenado una buena racha desde el partido de DFB Pokal frente al Bayern, hasta la visita del pobre Greuther Fürth al Borussia Park, un período en el que se sumaron tres victorias y un empate.
La situación de Hütter en el banquillo peligra. De todos los clubes de la zona alta de la pasada liga que cambiaron de técnico, la peor situación clasificatoria es la del Borussia. Y eso que otros como Wolfsburg o RB Leipzig ya han cambiado de entrenador en lo que va de competición. ¿Será Adi Hütter el siguiente en caer? Se viene el parón invernal que, aunque es más corto que en otras ocasiones, servirá para tomar decisiones y, así, retomar la competición con tiempo. Por desgracia para el técnico austriaco, tienen que cambiar mucho las cosas para no ser él el siguiente entrenador en ser despedido. Más aún, teniendo en cuenta la imagen vergonzosa dada por la plantilla en los últimos partidos, encajando goleadas en el derbi frente al FC Köln (4-1), siendo arrasados por el SC Freiburg en 37′ de juego, en su propia casa (0-6) o perdiendo frente a un RB Leipzig el día del debut de Domenico Tedesco (4-1).
La situación no es nada agradable para ellos. La sensación de que han estado muy por debajo de su nivel es evidente. Ni siquiera la figura salvadora de Yann Sommer ha aparecido para evitar las últimas catástrofes, aunque también es verdad que, sin él, el desastre de los dos últimos partidos de visitante del Gladbach hubiera sido peor. Se podría pensar que el cambio a Adi Hütter le vino grande, aunque sería muy injusto, teniendo en cuenta la trayectoria que ha llevado. Quizás la decisión de Marco Rose de irse fue precipitada también. Teniendo en cuenta que el club sufrió un bajón muy grande después del anuncio de su salida, que provocó un enfrentamiento con la afición.
Lo cierto es que, a pesar de ser un mal año para el Borussia Mönchengladbach, algunos brotes verdes sí que van apareciendo, como las apariciones de Joe Scally y Kouadio Koné. El estadounidense se vio beneficiado por las bajas de Stefan Lainer y Bensebaini. Esa situación dio la titularidad a los jóvenes Scally y Luca Netz, pero ha sido el norteamericano el que más se ha mantenido en la titularidad. Por otra parte, el centrocampista francés no había podido jugar al inicio de temporada por lesión pero, un vez recuperado y aprovechando que había muchas bajas en su parte del campo, entró para no volver a salir. A pesar de los brotes verdes, el Gladbach ha perdido el potencial que tenía no hace mucho y que le permitió clasificarse a la fase de grupos de la Champions League.
El tiempo dirá si Adi Hütter tiene más oportunidades o no, si se comerá el turrón. El momento no es el adecuado para celebrar y, tarde o temprano, la burbuja acabará explotando. Todo depende de la confianza que se tenga en el nuevo proyecto. En DFB Pokal la eliminatoria frente al Bayern dio esperanzas. Parecía ser una hazaña importante, pero no fue más que un espejismo. La posibilidad de luchar por un título está ahí. No obstante, ahora que no está el gran favorito, la competencia será mayor. No se deben despistar de lo importante, que es no dejarse ir en la Bundesliga, ya están muy cerca de la zona de peligro. Hasta que no llegue la Copa deben centrarse en lo que toca. Adi Hütter, el capitán del proyecto, parece que va cabalgando con unos potros que van sin rumbo, que son capaces de lo mejor y de lo peor. La solución rápida sería acabar con el proyecto inicial y empezar de cero, pero eso implicaría admitir el error. En aquel carrusel de cambios en los banquillos, ni Leipzig, ni Wolfsburg acertaron. Puede ser que pase lo mismo en Mönchengladbach.
Imagen de cabecera: Borussia Mönchengladbach
