Si el fútbol para ti empieza a ser una obligación puede que te estés haciendo mayor. Si ya no te ilusiona como antes, si ya no vibras con cualquier cosa, es que ya hace tiempo que dejaste la pubertad. La sucesión infinita de encuentros desde lunes a domingo, exceptuando esos inanes parones de selecciones que solo sirven para alimentar la fatua idea de los de la Superliga, provocan que haya poco espacio para la sorpresa. Parece que ya lo hemos visto todo. Sin embargo, hay un cuadro que sigue amenazando a aficionados a que acaben sus encuentros con el síndrome de Stendhal. Es el Chelsea de Thomas Tuchel.
El conjunto de Londres es la definición de lo que debe ser un equipo moderno: se adapta a cualquier circunstancia, juega con defensa de cinco y tiene en su plantilla a un sinfín de futbolistas que mezclan un increíble poderío físico con una técnica envidiable. Pese a ello, se sigue confundiendo una cosa con la otra. Si te viene en la cena de Navidad un primo elogiando el físico de los futbolistas londinenses le puedes mandar a freír espárragos de mi parte. Si el balompié fuera solo eso, velocidad y horas de gimnasio, Ibarbo hubiera sido el mejor jugador de la historia. Pregunta a los aficionados del FIFA.
Es difícil resumir en cuatro párrafos todo lo que realiza este Chelsea: del impresionante poderío de los tres centrales hay que sumar la inacabable fuente de energía que tienen los carrileros, capaces de jugar por fuera y por dentro sin ningún problema. La sala de máquinas, por supuesto, está compuesta por los centrocampistas más en forma del momento: Jorginho y Kanté; sin hablar de Kovacic y Mount. En la delantera lo que hay es solo la muestra de la impresionante cantidad de dinero gastado en los últimos años. Timo Werner, deseado por media Europa hace no mucho, no juega demasiado.
Uno de los grandes culpables es Tuchel. Hay que recordar que cogió el equipo hace 10 meses en una tesitura complejísima. Parecía que no iban a entrar en la Champions League. Nada más lejos de la realidad: cambió la idea y la actitud de gran parte de la escuadra. Ya son campeones de Europa y uno de los grandes favoritos a levantar una de las ligas inglesas más caras de la historia. Planea tus fines de semana en función del encuentro del Chelsea. No te vas a arrepentir.
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