Hace nada fuimos testigos de un nuevo parón de selecciones. Los internacionales viajaron a diferentes partes del globo para concentrarse con sus respectivas selecciones e iniciar la fase de clasificación para el próximo Mundial, que albergará Qatar en 2022. Ocasión perfecta para repasar los grandes hits que nos ha dejado el más grande evento existente entre el fútbol de selecciones. ‘Music on’.
Ya es todo un clásico que el Mundial organizado por la FIFA venga de la mano de canciones que llegan a todos los rincones del mundo. Actualmente, en cada torneo, no solamente hay la considerada canción oficial, sino que va acompañada de un himno y de un álbum con temas relacionados. En el caso del último Mundial, celebrado en Rusia, la canción oficial fue interpretada por Nicky Jam y llevaba el nombre de ‘Live it Up’, mientras que ‘Colors’, de Jason Derulo y Maluma, era el himno.
Si echamos la vista atrás, es en Chile 1962 donde aparece el primer tema oficial vinculado a la gran fiesta del fútbol. ‘Los Ramblers’, grupo chileno surgido tres años atrás, fueron los responsables de crear “El Rock del Mundial”.
El mundial del ’62 es una fiesta universal
Del deporte del balón como consigna general
Celebrando nuestros triunfos bailaremos rock and roll
Además de ser la primera canción oficial de un Mundial, el tema de Los Ramblers alcanzó tremendas cotas de éxito en Chile, alcanzando las 80 mil copias en el año del campeonato y siendo considerado uno de los temas más vendidos de la música chilena.
Con la veda abierta, el vínculo entre Mundial y música ya no se cerró jamás. Inglaterra 66’ tomó el relevo con la historia del león ‘Willie’, pero no fue hasta 1998 cuando la música mundialista se popularizó de manera total y absoluta. Ricky Martin y su archifamosa ‘Copa de la Vida’ fueron los responsables durante el Mundial celebrado en Francia. Fue el himno definitivo y representó un ‘boom’ mediático nunca antes visto.
«Tengo que admitir que el desafío me puso un poco nervioso, pero el enorme potencial de crecimiento para mi carrera fue tal que decidí aceptarlo», confesaba el cantante en su biografía.
Con la Torre Eiffel de fondo, el “Here We Go”, el “Alé alé alé” y el “Go, go, go” se esparcieron por todos los rincones de París y traspasaron fronteras. El disco “Vuelve”, que contenía la canción, vendió más de 8 millones de copias y se aupó a lo alto de las listas en tierras latinas antes de la disputa de la Copa del Mundo. Para confirmar su éxito, Ricky Martin fue galardonado con el “Mejor Álbum de Pop Latino” en los Premios Grammy. El 12 de julio, antes de que la Francia de Zidane tumbara a Brasil, más de 80.000 almas que se habían reunido en el Stade de France presenciaron la actuación de Ricky Martin. El ritmo latino se encumbraba, el himno del Mundial alcanzaba cotas desconocidas.
Tras algunas ediciones más calmadas, Shakira se encargó de recoger el testigo de Martin. Su primer acercamiento al mayor evento futbolístico del globo fue en 2006, cuando ‘Hips don’t Lie’ fue parte del álbum extraoficial del Mundial de Alemania. Cuatro años más tarde, la colombiana tocó el cielo en la primera Copa del Mundo disputada en África: el ‘Waka Waka (This Time for Africa/Esto es África)’ fue cantado y bailado en todos los rincones del planeta futbolístico e interpretado por varias de las estrellas mundiales del fútbol en su videoclip. Convertido en número 1 en medio centenar de países y superando los 10 millones de copias vendidas, la polémica siempre acompañó al tema por ser una copia idéntica de ‘Zangalewa’, canción sacada en 1986 por el grupo camerunés Golden Sounds y popularizada entre los soldados del país.
Por si el tirón mediático del ‘Waka Waka’ no fuera suficiente, Sudáfrica también presenció el gran éxito del ‘Wavin’ Flag’, de K’naan y David Bisbal, compartiendo el nivel de popularidad del tema de Shakira en algunos rincones del mundo y lanzando un mensaje de unidad al planeta fútbol. La letra de la canción fue modificada por Coca-Cola (era su canción oficial) y por la FIFA para adaptar el mensaje y hacerlo más comercial, pues en un inicio la composición de K’naan tocaba muchos temas sensibles y tomaba partido en el asunto.
Y de Sudáfrica a Brasil. Las Praias de Copacabana y la samba carioca fueron la siguiente parada en la relación entre fútbol y música. Tras los éxitos de 2010, los artistas siguieron con los patrones que funcionaban y optaron por unirse y componer temas entre ellos. De nuevo, la colombiana fue protagonista al juntarse con Carlinhos Brown y hacer su popular ‘La La La’, pero el tema oficial fue ‘We Are One’, una prodigiosa mezcla entre Pitbull, Jennifer Lopez y Claudia Leitte que despertó elogios y críticas por igual.
Su sucesora en Rusia 2018 y última canción oficial del Mundial por el momento fue ‘Live It Up’, pieza de Nicky Jam, Will Smith (fue su regreso al mundo de la música) y la cantante de Kosovo (en mayúsculas, Kosovo) Era Istrefi. A pesar del elenco escogido, las críticas se cebaron con la canción y el diario británico ‘The Independent’ la llegó a considerar una “pesadilla hipercorporativa”. A pesar del paso discreto de la canción oficial, el Mundial de Rusia sí que dejó un tema para el recuerdo colectivo. Francia, vencedor de la Copa, tuvo en ‘Ramenez la Coupe a la Maison’ (traed la copa a casa) un himno para celebrar la victoria de los galos. Además de escalar hasta el número 1 de las listas francesas, el tema de Vegedream logró romper con las fronteras y se convirtió en un éxito rotundo en varios países. La celebración de los jugadores con la canción en directo en Saint-Denis, para el recuerdo.
Atrás quedan grandes éxitos y tremendas decepciones, pero lo que está fuera de duda es que el Mundial, mayor evento futbolístico existente, camina de la mano de la música. El impulso y la repercusión mediática del evento propulsa a los ‘hits’ a convertirse de manera inmediata en las canciones del verano, así que, si nada cambia, en cada Mundial seguiremos bailando al ritmo que ordene la FIFA.
Veremos qué sorpresas nos esperan en Qatar 2022. Por si acaso, id afinando la garganta y moviendo el esqueleto.
Imagen de cabecera: ImagoImages
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