Cuando el Arminia descendió de la Bundesliga por última vez, él aún no había llegado a la categoría Sub-19 y llevaba poco tiempo en el club. Después de aquello, los años pasaron y al conjunto de Bielefeld le costaba retomar la élite. Tanto, que llegó a estar algunos años en 3.Liga. Una década después de aquel descenso, con el equipo luchando por estar de nuevo entre los grandes, Stefan Ortega Moreno, un alemán cuyos apellidos delatan el origen español de su familia paterna, se convirtió en pieza clave para el primer equipo, disputando al completo la campaña como portero titular, sin ceder un solo minuto a un compañero bajo palos. Ahora, cuando la temporada actual se acerca a su fin y el Arminia lucha por no descender una vez más, recordando lo sucedido años atrás, el nombre de Stefan está en boca de todos, puesto que es una de las sorpresas agradables de la competición, manteniendo muy buenas actuaciones cada fin de semana.
Todas estas buenas actuaciones y el rendimiento que está dando a su equipo, a pesar de la clasificación, ha provocado que ya haya clubes más grandes fijándose en él y así, alimentar a la tan temida rumorología y los cantos de sirena. Pero que te llegue eso es bueno. Significa que estás haciendo bien tu trabajo y, en el caso de Stefan Ortega no es una locura poder decir que es el mejor jugador de su equipo junto a Pieper o el nipón Ritsu Doan. Al menos, los que mejor valoración han tenido.
A pesar del gran momento que está viviendo actualmente Stefan, hubo una vez en la que se le tuvo en cuenta por algo negativo que repercutió en sus inicios en el primer equipo. Sucedió en el partido en el que se despedía de las categorías inferiores a nivel de clubes. Se jugaba un intrascendente duelo entre Wuppertaler y Arminia Bielefeld en la Bundesliga Sub-19. Era intrascendente porque ninguno de los dos clubes se jugaba algo más que el honor. El equipo local, que iba con ventaja en el marcador tras adelantarse en los primeros minutos, sufrió la expulsión de su portero a falta de un cuarto de hora para el final, tras derribar a un rival. En los últimos minutos de ese encuentro, fruto de la desesperación, Ortega fue expulsado, también por roja directa y el partido se quedó con el 1-0. Aquella tarjeta roja le costó a Stefan una sanción de cuatro partidos, que cumplió como jugador del primer equipo, en su descenso a 3.Liga.
Al finalizar su periodo de sanción pasó algunos partidos en el banquillo, para luego disputar 20 encuentros consecutivos como titular. Había que bajar al barro para que así la escalada fuera más satisfactoria. No hubo ascenso ese año, pero sí al siguiente. Sin embargo, Stefan fue eterno suplente y solo pudo disputar el último encuentro de aquella campaña. La alegría duró más bien poco, puesto que volvieron a descender y el guardameta se bajó del barco para continuar en la 2.Bundesliga, en un equipo como el 1860 München, en el que no tenía la titularidad asegurada y, además, estaría luchando cada año por no descender. Y estuvo tanto tiempo jugando con fuego que al final descendió, pero por motivos extradeportivos, habiendo quedado en 16ª posición. Fue descendido directamente de 2.Bundesliga a Regionalliga. Esta circunstancia hizo que Stefan Ortega volviera a Bielefeld en 2017. Un regreso ansiado. Y, así, se cerraría el círculo que le llevó al reconocimiento silencioso, a ser considerado una de las grandes revelaciones de la liga y, como ya dijimos, llamar la atención de otros.
La tan temida rumorología actúa cuando hay algún futbolista que lo está haciendo bien y con Stefan no iba a ser menos. Siendo el portero de un equipo recién ascendido Stefan Ortega Moreno ha mantenido su portería sin encajar gol en la cuarta parte de los partidos que ha disputado (7 de 28, las mismas que Manuel Neuer en el Bayern); además, está entre los mejores en lo que a paradas se refiere (acumulando 104 en toda la temporada). Números interesantes, actuaciones imponentes bajo palos. No sorprende que incluso se le haya llegado a relacionar con el Bayern, sacrificando a Alexander Nübel. O como opción para reforzar la portería del Dortmund. De momento se está ganando una oportunidad.
Hace años, cuando aún era portero del Sub-19 del Arminia, incluso había sido llamado para una convocatoria con la selección de dicha categoría. Podía elegir entre su país de nacimiento y el de su padre. La oportunidad le llegó desde Alemania, pero nunca llegó a debutar. ¿Por qué? Se cruzó en su camino un tal Marc-André ter Stegen, que por aquel entonces alternaba el primer equipo y el filial del Borussia Mönchengladbach. El obstáculo que tenía que superar Stefan en ese momento era grande y no lo consiguió. Nunca más lo volvieron a llamar. Ahora quién sabe.
Lo que le ocurrió en su último partido previo al fútbol profesional fue algo excepcional y eso no le impidió llegar y seguir progresando hasta conseguir lo que ha alcanzado en esta temporada que, por cierto, aún no ha finalizado. Ortega Moreno es un seguro para un equipo que lucha por no descender. Tenerle a él bajo palos provoca tranquilidad en tu defensa y la convicción de que al rival le costará marcar si su portero tiene un gran día. Por suerte para el Arminia Bielefeld, su arquero los tiene muy a menudo.
Imagen de cabecera: ImagoImages
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