A nadie se le escapa que la llegada del ‘interino’ Flick significó una gran revolución en el Bayern, la vuelta a la normalidad, a ese gen triunfador que les caracteriza. Una apisonadora. Ahora, con el reto de la nueva temporada, hace falta una última pieza para completar un puzzle que ya de por sí ha conseguido ganar todo lo que disputó durante la campaña pasada. El Bayern lo ha ganado todo y pocos le han tosido dentro del país en los últimos años, pero sobre todo, el gran año ha sido en Europa, donde consiguieron la Champions League perfecta, sumando todos los partidos por victorias.
Aún así, habiendo demostrado esa superioridad, el conjunto bávaro busca esa pieza que le falta, con la que completar las posiciones sobre el campo. Con la salida de Thiago Alcántara, que marchará a la Premier League, Flick ve vía libre para recolocar a Joshua Kimmich en el lugar donde mejor explota sus características, en el centro del campo, sacándolo de la posición de lateral diestro, lugar en el que le colocó en su día Guardiola. Y no es que el rendimiento del ex del Stuttgart haya sido malo. Ni mucho menos. Simplemente no es su sitio. Ese cambio dejaría a Benjamin Pavard como único lateral diestro, aunque también está como remiendo Jerome Boateng, que ya ha ocupado alguna vez esa posición, pero esta opción poco se contempla.
Han soñado algunos nombres para ocupar dicha posición. La pasada temporada llegó incluso Álvaro Odriozola, procedente Del Real Madrid, para hacer algo de competencia, pero fue el español el que salió perdiendo, ya que estuvo prácticamente inédito, participando en partidos sueltos, pero rara vez uno completo. Con la fórmula de la cesión fallida, ahora toca buscar otro camino. Incluso, a alguno de los jugadores que vienen de las categorías inferiores se les está probando en esa posición para, en un futuro no muy lejano, ser parte del primer equipo. Llegando desde abajo, como en su día le pasó a Thomas Müller, por ejemplo, aunque en distinta posición.
Para los demás clubes podría parecer insultante decir que el equipo del Bayern está cojo, más teniendo en cuenta la última temporada que se han marcado, pero es cierto que habría que matizar. Falta algo. Las salidas siempre trastocan los planes y como ya decimos, será Thiago el que, de manera involuntaria, encienda la alarma del pequeño problema que se le presenta ahora a Flick si quiere tener todas las posiciones del campo dobladas. Una alarma que, por otra parte, ha conseguido que fuera indetectable en otros momentos. Kimmich cubrió la baja de Pavard e hizo olvidar al refuerzo innecesario de Odriozola, que llegó más para ser un relleno que otra cosa.
Para un conjunto que ha ganado el triplete y con semejante autoridad es complicado conseguir aún mejores piezas que suban el nivel del equipo. Eso se ha conseguido con Leroy Sané (deseo bávaro de hace años que por fin se hizo realidad); con Tanguy Kouassi (la clara apuesta de futuro, procedente de la cantera de su rival en la final de Champions); y con Alexander Nübel (el heredero de Manuel Neuer, también llegado desde Gelsenkirchen. Uno de los tres puede ser titular indiscutible, pero no lo tendrá fácil para competirle el puesto a Kingsley Coman. Los otros dos, son claramente futbolistas que llegan para rellenar huecos. Pero sigue faltando la pieza del lateral diestro, la que ahora mismo da dolor de cabeza a los bávaros. Se quiere pescar en la propia Bundesliga, pero no es el único lugar donde están mirando.
¿Por qué esa pieza y no otra? Los resultados hablan por sí solos y está claramente demostrado que, con lo que hay y la incorporación de Sané esa parte del campo está más que cubierta. Pero hay algo por lo que temen algunos, que es defender ante equipos que atacan muy bien. El Olympique Lyon y el equipo de Thomas Tuchel plantearon algún apuro a los muniqueses. Estos equipos deben esforzarse a tope para crear varias ocasiones al Bayern y, por el contrario, a los ganadores del triplete les basta con tener una única ocasión para dinamitar el partido.
La cuestión está ahí. Flick tiene la baza de Kimmich, pero ahora mismo el lateral derecho titular del Bayern es Benjamin Pavard. Para la final de la Champions, por ejemplo, se esperaba que llegara el campeón del mundo francés, pero su ausencia final mantuvo atrás al centrocampista. Ahí está la pieza que falta, la que completará el puzzle bávaro, aunque sea desde un segundo plano, como segunda opción de Pavard, para no volver a ‘desperdiciar’ a Kimmich que, por suerte para Flick y los suyos, ha rendido a grandísimo nivel aún sin partir de su posición real en el campo.
Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.
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