Se paró toda actividad deportiva y con ella el fútbol femenino,
quizá uno de lo más perjudicados dada su progresión y la necesidad de seguir
mostrando su evolución al mundo. Más todavía en una Primera Iberdrola que en
esta temporada ya paró una vez (la huelga por el convenio colectivo) y amenazó
con parar otras tantas. En un curso donde se esperaba el impulso definitivo
facilitado por una RFEF que se cargó de promesas, en los meses que han
transcurrido desde el inicio del campeonato hasta hoy apenas hemos escuchado
mucho ruido… pero muy pocas nueces.
Dejando los despachos a un lado y centrándonos en el césped, la
crisis sanitaria va a impedir, al menos hasta dentro de unos meses, averiguar
qué sucede al final del torneo. El contexto una vez se reanude puede ser muy
diferente: sin tiempo para una pretemporada óptima, es probable que los equipos
más en forma se vean perjudicados, mientras que los que vivían ahogados en una
espiral negativa cuentan con una oportunidad única de resarcirse. Estos son los
cuatro casos pendientes del fútbol femenino español:
Barça… ¿póker de titulos?
Antes de esta pausa indefinida, el club azulgrana se había
consolidado como uno de los clubes más en forma de Europa. Con el título de
Liga prácticamente asegurado (+9 respecto al Atlético) habrá que esperar para
ver campeonas a unas jugadoras que, en algunos casos, llevan esperando este
momento durante cinco años. Más dudas tenemos en la Copa de la Reina, donde las
azulgranas llegaron a sufrir ante el Deportivo (casi se la juegan en la tanda
de penaltis) y en Champions, donde le espera un Atlético a priori inferior en
cuartos de final, pero a buen seguro con más opciones de dar la sorpresa que
hace unas semanas. El equipo dirigido por Lluís Cortés era un gran candidato a
conquistar el póker de trofeos esta campaña (ya tiene la Supercopa) pero las
circunstancias pueden cambiar por culpa de la inactividad.
Deportivo, ganas de celebrar
Si bien no hay dudas de que la primera temporada en la máxima categoría ya será inolvidable, a más de una futbolista le tiembla el pulso solo de pensar que no pueda tener un final. “Para nosotras es una temporada histórica, es la primera vez que jugamos en Primera y me daría rabia y pena que no se acabase el campeonato», declaró Teresa Abelleira en MARCA. Tras lograr el ascenso, el Dépor marcha cuarto en la Primera Iberdrola y puso contra las cuerdas a todo un Barça en Copa. Dos de sus delanteras figuran entre las máximas anotadoras del campeonato (entre Peke y Gaby suman 22 goles) y la primera de ellas ha visto cortada una racha deslumbrante, con 10 tantos en cinco partidos que le hacían seria candidata a ser convocada con España para los choques de mediados de abril de clasificación para la Eurocopa (un parón internacional que ya ha sido aplazado). No hay duda de que el único deseo del cuadro coruñés es que todo acabe para festejar por todo lo alto una temporada de ensueño.
Real Madrid antes que salvación
El CD Tacón, como el Deportivo, vive su primer año en la Primera
Iberdrola, aunque en contexto muy diferente. Primero, porque no cuenta ni de
lejos con resultados parecidos (14 puntos menos) y segundo, porque a partir del
1 de julio se convertirá oficialmente en el equipo femenino del Real Madrid. Lo
curioso es que se eligió esa fecha porque la temporada iba a estar más que
concluída (la última jornada estaba prevista para el 17 de mayo), pero con el
retraso de todas las competiciones es bastante probable que la absorción sea
definitiva al tiempo que el club se esté jugando la permanencia en Primera
División. Por lo pronto, el equipo de David Aznar tiene un colchón de seis
puntos sobre el descenso a ocho jornadas del final.
Una oportunidad para el Valencia
El gran beneficiado de esta suspensión temporal puede ser el
conjunto che, que vive uno de los momentos más delicados de su historia al
encontrarse penúltimo y sin una sola victoria desde finales de octubre. Acumula
15 partidos sin conocer la victoria y ha sufrido serios varapalos como el 7-2
asestado por el Dépor en Copa de la Reina. Estas semanas o meses pueden servir
al Valencia para recuperar la autoestima, reflexionar, pensar qué se ha hecho
mal, y hasta recuperar gran parte de los efectivos de una plantilla siempre
mermada por las lesiones. Quizá, cuando el balón vuelva a rodar, sea otro
equipo y logre al menos mantenerse en Primera, objetivo impensable a comienzos
de curso. Con cracks como Mari Paz Vilas en ataque, puede y debe hacerlo.
Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).
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