En el año 2003 vestíamos con ropa tan ancha que parecíamos raperos en Harlem en los 90, un horrible peinado engominado con el pelo de punta y la música tecno, coloquialmente conocida como “chunda-chunda”, arrasaba en las discotecas de todo el país. Aún seguíamos preguntando el precio de los productos en pesetas porque no habíamos aprendido su equivalencia en euros y el mundo entero todavía vivía conmocionado por los atentados del World Trade Center.
Adrien Brody y Nicole Kidman ganaron el Óscar a Mejor Actor y Actriz, Chicago fue el mejor largometraje para los miembros de la Academia y Pedro Almodóvar se convirtió en ídolo nacional al recibir la estatuilla por su guion en Hable con Ella. Dan Brown publicó una de las novelas más leídas de la historia: El Código da Vinci, la Organización Mundial de la Salud dio el primer paso para erradicar el tabaco de los establecimientos públicos y dijimos adiós a la oveja Dolly, primer mamífero clonado a partir de una célula adulta.
Deportivamente hablando fue un gran año. Valentino Rossi ganó su quinto Mundial y Michael Schumacher hizo lo propio con el sexto. Los San Antonio Spurs de Popovich, Duncan y Robinson pusieron fin a la hegemonía de los Lakers de Kobe y Shaq, Federer ya ganaba en Wimbledon por aquel entonces y el Balón de Oro ese año fue para el checo Pavel Nedvěd.
El 22 de marzo de 2003, en la localidad valenciana de Burriana, nació Sergio García. A los aficionados al deporte les sonará a golf, pero los del motociclismo este dato no lo pasarán por alto. El joven piloto valenciano ya ha demostrado que tiene talento para ser campeón del mundo. Tras dos temporadas en el Campeonato de España de Velocidad, donde fue 7º y 2º respectivamente, y donde logró cinco victorias, en la temporada 2019 dio el salto al Campeonato del Mundo de Moto3.
No pudo debutar en el primer Gran Premio del año en Qatar al no haber cumplido la edad mínima permitida para competir (16 años) y su debut se hizo esperar hasta la tercera prueba debido a una caída en Argentina por la que dirección de carrera no le declaró apto para participar. Sí pudo subirse a su moto en Austin, pero los inicios fueron duros. Dos abandonos en sus primeras tres carreras y no puntuó hasta la sexta prueba, en Italia. Tras ir ganando en sensaciones y experiencia para adaptarse la categoría, en Aragón, en la 14ª carrera de la temporada, llegó su primera aparición en el TOP 10 (7º puesto). Dos grandes premios más tarde, en Japón, fue 5º, y en Malasia, penúltima prueba del campeonato, subió al podio por primera vez. Fue segundo, por detrás de Lorenzo Dalla Porta, actual Campeón del Mundo de la categoría, y quedaba la prueba de casa: Valencia.
Apenas una hora de viaje entre la localidad castellonense natal de Sergio García, Burriana, y el circuito de Cheste. Con el calor de sus familiares y amigos, el piloto español logró ser 5º el sábado, en la clasificación, y el piloto del Estrella Galicia 0,0 se impuso por tan solo cinco milésimas al italiano Andrea Migno, otra de las grandes promesas del panorama, para lograr su primera victoria mundialista en su año de rookie.
Generación del 2003, que definitivamente fue un gran año. Tengo bastantes dudas sobre si hemos conseguido eliminar del todo de la sociedad aquel horrible peinado engominado de maquineo discotequero, pero seguro que suena mucho “chunda-chunda” cuando Sergio García gane el Mundial. De esto último tengo menos dudas.
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