“2018 ha sido uno de mis mejores años, he dado un salto de nivel”, Martín de la Puente

El flamante campeón del Máster Nacional de Tenis en Silla de Ruedas es un tenista gallego de apenas 19 años. Martín de la Puente (Vigo, 1999) no ha llegado a la veintena de primaveras, pero su hoja de servicios es extraordinaria en su séptima temporada como tenista. Tras triunfar en El RC Polo de Barcelona, Martín analiza su carrera y su momento en Sphera Sports. Y por teléfono no parece un chico de 19 años.

“La semana ha sido muy positiva, no sólo por el título sino por todo el trabajo que venimos haciendo. Llegar bien a fin de año nunca es fácil. Estoy contento por la semana de sacrificio y trabajo que hicimos para llevarnos el título”, comienza Martín. De 2018 sólo queda el Campeonato de España, en la academia de Rafael Nadal en Mallorca: “Estoy muy feliz a falta del campeonato de España que es una semana clave del año y esperemos que vaya tan bien como hasta ahora”.

Cuando la temporada está a punto de concluir, es momento de hacer balance. Es el séptimo año del vigués en el circuito: “2018 ha sido uno de mis mejores años. He dado un salto de nivel hacia arriba jugando torneos con gente del top10 para arriba. Este es el camino. Cada vez cuesta más subir, pero es el camino que hay que seguir para llegar a los más alto. Con trabajo y humildad”.

Esta temporada el tenista gallego ha disputado 15 finales entre individuales y dobles. El balance no es el deseado (4-11) pero para el tenista no es algo por lo que preocuparse: “Eran torneos más difíciles y jugadores del top10. Estoy feliz pese a no haberlas ganado. Aunque se pierda un partido se puede ganar la liga y no me genera ningún problema haberlas perdido. De hecho, me ha ayudado a mejorar, a mantener los pies en la tierra y seguir queriendo llegar a más y trabajar para ello”.

Con 19 años, Martín ha ganado ya tres Masters Nacionales y dos Campeonatos de España (el primero con 14 años). Compagina el tenis con los estudios universitarios (Administración y Dirección de Empresas): “Compaginar los estudios y el deporte nunca es fácil. La clave está en organizarse bien y llevar las cosas al día. Estudiar en los ratos libres. Esta doble carrera requiere bastante esfuerzo y sacrificio. Es complicado cuando estás cansado del entrenamiento, no hay ganas de ponerte a estudiar matemáticas. Como todo, si quieres en la vida has de currártelo. Y más si estás haciendo dos cosas que te encantan como el deporte y una carrera. Se puede hacer y es muy importante para mí”.

Por teléfono Martín no parece un chico de 19 años. La madurez y la serenidad que demuestra en cada frase es fascinante. Y a su edad, controlar las emociones es si cabe más importante que a una edad más avanzada: “Las emociones están muy presentes en el tenis. Ganes o pierdas, cuando juegas. Hay que saber llevarlo. Ni por ganar un torneo eres el mejor ni por perderlo el peor. La clave es dónde estás, cuál es tu sitio, saber lo que te queda por hacer y mejorar. Eso es lo más importante. Hay veces que las emociones y la presión te juegan malas pasadas. Pero como todo deportista debemos saber controlarlas, llevarlas bien y manejarlas a nuestro favor, aunque a veces sea difícil y jueguen en nuestra contra”.

Cada nueva temporada, el tenis en silla español gana protagonismo. Y cada vez lo hace más rápido. En 2018 ha consolidado una pareja de tenistas en el top15 y el objetivo cercano es el top10. Martín tiene claro el momento que vive su deporte: “Estamos viviendo una época muy buena. Por todos, tanto desde arriba como desde atrás. A nivel de promoción nos quedan algunas cosas que mejorar. Es importante que haya gente nueva. Dani (Caverzaschi) y yo estamos intentando tirar para arriba en la clasificación y animando a la gente para jugar. Ojalá podamos llegar ambos a lo más alto que sería una alegría enorme. Queremos llegar a la cima de la clasificación. Ambos trabajamos mucho por mejorar y alcanzar la cima. Lo intentaremos, nos salga o no”.

Y en dos años llega Tokio 2020. A Martín le cogerá con 21 años los que serán sus segundos JJOO (diploma en Río). Queda año y medio, pero el objetivo es claro: “Tokio está a la vista. Falta cada vez menos. Es una buena oportunidad tanto para Dani como para mí de igualar el resultado de Río (diploma en dobles). No somos muy resultadistas, pero queremos conseguir lo mejor. Intentaremos llegar de la mejor manera posible tanto para el individual como los dobles. Tengo unas vibraciones muy positivas para Tokio. Ojalá estemos en plena forma para disputar las medallas”.

De momento hay que seguir trabajando, haciendo pretemporada y disputar el Campeonato de España en Manacor: “Toca seguir en el barro trabajando y preparando los retos de la próxima temporada”. Una temporada más. Y todo empezó gracias a un paisano, Álvaro Illobre: “Es una referencia para mí. Mi familia siempre fue muy de tenis. Cuando me amputaron el pie, Álvaro quedó un día conmigo, me enseñó la silla, el deporte. Me gustó, empecé a entrenar y ahí comenzó mi pasión por el tenis”.