A veces preferimos lo nuevo a lo
anticuado, ya sea por el mero hecho de renovar o porque nos parece monótono. En
cambio, otras veces queremos mantener la filosofía y no cambiar la estructura
porque preferimos lo que ya tenemos. En este caso, y respecto a lo que vamos a
contar ahora, se eligió la primera opción. Estamos hablando de la no renovación
del actual entrenador del Atlético de Madrid Femenino, Ángel Villacampa, con
contrato en vigor hasta el 30 de junio.
Dos ligas y una Copa de la Reina es lo
que ha conquistado el técnico toledano en el banquillo rojiblanco desde el día
que llegó. En enero de 2016 el Club sustituyó a Miguel Ángel Sopuerta por Ángel
Villacampa. Quién iba a decir que este último conseguiría las primeras ligas
para el Atlético féminas en toda su historia, desde que se crease la División
de Honor en la temporada 1996/97. Y quién iba a decir que el Atlético
despediría, tan solo con una carta de agradecimiento por su “dedicación y
esfuerzo” y en la que le desean una trayectoria “plagada de éxitos
profesionales y personales”, de esta forma tan superflua a un técnico que en
dos años le ha dado todo al equipo rojiblanco.
Ángel Villacampa llegó al club siendo
atlético y se marcha siendo atlético. Ya lo dijo en su día cuando quiso aclarar
los rumores de su partida: “La gente
sabe que soy atlético. Si el club quiere que me quede, me quedaré, pero si
elige otro perfil no puedo hacer nada. El fútbol me enseñó a preocuparme sólo
de lo que está en mi mano y lo que está es dar el máximo en la final de Copa”.
Al final este título no se ganó, se perdió en la prórroga a falta de unos
segundos para llegar a la tanda de penaltis, pero Villacampa llevó al equipo a
ser subcampeonas en estos dos años en este torneo y, sobre todo, a ganar dos
ligas consecutivas. Y todo ello en un Club que estaba “muerto” porque solo
había conseguido un segundo puesto en la temporada 2014/15, en prácticamente
toda su historia.
Para el
aficionado rojiblanco, el técnico toledano se marcha por la puerta delantera
gracias a sus éxitos en estos dos años y medio en el banquillo atlético donde
lo ha dado todo. Exigente, trabajador, táctico, intenso y fiel a sus ideas. Lo
que no le van a faltar son clubes que requieran de sus servicios para colocar al
nuevo equipo por el que fiche en lo más alto. Mientras, el Atlético sin él
cambia su filosofía y su estructura. Habrá que ver cómo transcurre la nueva
temporada para el club rojiblanco y cómo se mueve en el mercado de fichajes.
¡Suerte a ambos!
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