No es
una selección que llame mucho la atención, la de Arabia Saudí. De hecho, se han
perdido las dos últimas ediciones. Ahora, de la mano de Juan Antonio Pizzi, y
con un estado algo preocupante en lo que a lo deportivo se refiere, los Hijos
del Desierto afrontan su retorno a una fase final con una ausencia más que
destacable, la de Nawaf Al Abed, un futbolista que cambió su posición y perdió gran
parte de la esencia que le hizo famoso, pero ahí sigue dando guerra, puesto que
ha llegado, por ejemplo, a ser subcampeón de la Champions de Asia en su última
edición.
Si
algo caracteriza a Nawaf Al Abed es su velocidad. Rápido, hábil con el balón en
los pies y con facilidad para el regate. Sin embargo, en los últimos tiempos el
jugador ha mutado. De ser un puñal por la banda pasó a jugar más en el
interior, perdiendo la velocidad de un extremo al uso, pero con la capacidad de
llegar siempre al área rival y ser una alternativa a la hora de marcar. Aunque
ese cambio no sea fijo, le ha afectado a la hora de ser tenido en cuenta, al
igual que la lesión que le mantuvo de baja durante dos meses y medio. Esa
mezcla de circunstancias han supuesto una rémora para un jugador que tiene
cartel, no en vano, está considerado como uno de los mejores futbolistas de la
zona de Oriente Medio, junto al emiratí Omar Abdulrahman, saudí de nacimiento y
que pudo haber coincidido con Nawaf en las filas de Al Hilal.
Y es
que Nawaf, como su compatriota Saeed Al-Owairan, quedó en la memoria del fútbol
por un gol. Si hace 24 años la estrella saudí marcaba ante Bélgica uno de los
mejores goles de la historia de los mundiales, según la FIFA, el de Al Hilal
marcó el que, hasta ahora (y difícil es de superar), el gol más rápido de la
historia del fútbol, cuando pasaban tan solo dos segundos en un partido de la
Copa del Príncipe Faisal Bin Fahad, del país saudí. En aquel momento, el torneo
se jugaba por menores de 23 años y el encuentro ante Al Shoalah finalizó con
victoria por 4-0 para el equipo de Nawaf Al Abed.
Se
quedó en la lista previa. Es complicado ver una selección como Arabia Saudí sin
Al Abed en un gran torneo, pero ha tenido que llegar el Mundial de Rusia para
que esto pasara. Y es que solo ha disputado un partido completo con la
selección desde que finalizara su participación en la fase de clasificación
mundialista de la zona asiática. Nada más y nada menos, que desde el 5 de
septiembre de 2017, cuando vencieron a Japón por 1-0. En aquella ocasión formó
pareja en el centro del campo con su compañero de equipo, Salman Al Faraj, con
Abdullah Ateef, también compañero, por detrás. Antes de que Pizzi diera la
lista definitiva, Nawaf tuvo poco más de 20′ contra Perú, pero no era suficiente.
Arabia Saudí regresaba a una Copa del Mundo y uno de sus estandartes se quedaba
fuera.
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