Aunque no lo parezca, pasan los
años. El Barcelona se ha instalado en casa de la duda, por más que quiera
disimilar lo contrario. Lo cierto es que durante un buen tramo de la temporada
lo suele conseguir, pero cuando el físico aprieta y Messi ya no llega a todos
lados aparecen las costuras. Y con ello los anhelos de un pasado mejor.
El barcelonismo, en su conjunto,
debe olvidar el pasado. Los años de Guardiola ya no volverán. Una generación
como la de Xavi, Iniesta y Messi, aún menos. El club debe ser realista con lo
que tiene, sin perder el norte. No cada año saldrán jugadores diferenciales de
la cantera, pero sí jugadores recurso. Futbolistas que siendo suplentes
habituales sean capaces de saltar al terreno de juego y no desentonar,
dejándose la piel por unos colores que han mamado desde pequeño. Este, no
obstante, es un proceso lento. Un proceso que requiere cambios. Y, para ello,
es necesario saber en qué dirección ir.
De cara a corto plazo, ¿qué
puestos necesita el Barcelona reforzar en verano? La medular es la que más
trabajo necesita. Por primera temporada, el equipo ha perdido el control con
claridad en más de uno o dos partidos: Sevilla, Roma y Celta en abril son un
buen ejemplo de ello. El Barcelona es un equipo que debe, y necesita,
construirse con el balón, no sin él. El fichaje de Arthur va en esa línea,
¿pero es suficiente? Samper y Aleña, de la casa, conocedores del modelo,
podrían ser un buen apoyo. Aparte de ello, tampoco vendría del todo mal un
defensor y atacante. El primero de un perfil más joven y con proyección; el
segundo, algo más contrastado, dado que Suárez –por edad– va a menos y Dembélé
todavía está verde. En este sentido, Griezmann sí es necesario. Messi, más aún
sin Iniesta, necesita apoyos en ataque.
En el apartado de salidas, Douglas,
Rafinha, André, Aleix, Deulofeu, Munir y Alcácer saldrán salvo sorpresa
mayúscula. Con Denis hay la voluntad, pero no el apoyo del jugador y, por
tanto, será difícil. Yerry depende de Arthur, pues si llega ya este verano, el
central colombiano deberá salir cedido –habría cuatro extracomunitarios en vez
de los tres reglamentarios. Y con Digne se duda: para lo que cuenta y, por
ende, aporta, quizá sería mejor apostar por Cucu o Miranda, en señal de guiño a
la cantera.
La cosa podría quedar en una cosa
así: Ter Stegen, Cillessen; Semedo, Roberto, Piqué, Umtiti, Vermaelen, fichaje
central, Alba, Cucu; Busquets, Paulinho, Arthur, Rakitic, Coutinho, Denis;
Dembélé, Messi, Griezmann, Suárez. 20 jugadores, a los que se podrían añadir
Samper y Aleña, y Yerry cedido para coger confianza.
El Barça B no ayuda
Para tirar de los de casa
necesitas que tu filial te dé argumentos. 34 fichajes en tres años, en este
sentido, es indefendible. El filial no está para esto. No se le exige luchar
por nada, ni siquiera salvarse, aunque siempre sea mejor competir en la mejor
categoría posible. Simplemente, se le pide formación. Que sirva de aprendizaje
para aquellos que optan, algún día, a debutar con el primer equipo. Ante tal
contexto, es normal que ciertos canteranos marchen. ¿Qué deberían tener más
paciencia? Quizá. ¿Qué el club no contribuye a la confianza de los más
pequeños? También. La crisis de identidad del Barcelona B es terrible. Si el
primer equipo quiere jugadores recurso, necesita que el filial vuelva a los orígenes.
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