Los dos son italianos.
Los dos nacieron en Alemania, ambos en 1991. Los dos comenzaron su carrera
profesional el mismo año (2009). Los dos ficharon por el Villarreal el
mismo verano tras varias temporadas en Serie A. Ambos costaron prácticamente lo
mismo: Unos 13 millones de euros.
Los dos destacaron la
temporada pasada. Sansone marcó cinco goles en las primeras nueve jornadas y
acabó poniendo la guinda en Mestalla. Soriano hizo 10 goles y repartió siete
asistencias, convirtiéndose en el MVP de la plantilla. Sin embargo, y como si
de dos vidas paralelas se tratara, ambos han pasado por tremendas dificultades
en este curso por culpa de las lesiones.
Sansone empezó como
suplente, pero sus apariciones en Málaga (dos goles saliendo desde el
banquillo) y ante Éibar y Las Palmas (gol y asistencia) le convertían en un
revulsivo de primer nivel. Cuando la salida de Bakambú le daba galones todavía
mayores, una lesión en el gemelo le alejaba de los terrenos de juego durante
cinco semanas, que más tarde se convirtieron en tres meses. Reapareció ante Las
Palmas marcando de penalti el 0-2 definitivo. Su último partido había sido el
30 de noviembre de 2017 ante la Ponferradina.
Roberto Soriano no ha
causado baja de forma prolongada, pero dos lesiones (una en agosto y otra en
diciembre) le han privado de continuidad. Tuvo que empezar de cero (su primera
titularidad no fue hasta finales de octubre) y cuando se ganó la confianza de
Calleja, no dio el rendimiento esperado. En 25 partidos esta temporada no ha
participado en un solo gol del conjunto amarillo. La segunda lesión le hizo
disputar apenas 13 minutos en mes y medio de competición. Casualmente, las dos
únicas victorias amarillas en las últimas siete jornadas han sido en los únicos
partidos completos de Soriano en toda la temporada (1-0 al Getafe y 0-2 a Las
Palmas).
El Villarreal afronta el
tramo decisivo con el objetivo de estar la próxima campaña en Europa League.
Pocos fallos se puede permitir el Submarino, pues equipos como Girona, Betis,
Éibar o Celta llegan pisando fuerte. La falta de gol desde la marcha de Bakambú
es evidente, por lo que el conjunto castellonense necesita recuperar la mejor
versión de dos de sus mejores jugadores. Llegó la hora de Roberto y Nicola.
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