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Hay que decirlo más

Europa, hay que decirlo más.
Continente favorito: Europa. Grupo favorito: Europa en inglés. Europa, la bella
diosa raptada por Zeus. Europa nuestra que estás en cielo, venga a nosotros tu
reino. Si no dices Europa es que no quieres jugar en ella, del mismo modo
absurdo que si hoy no les has dicho a tus padres que les quieres, es que
seguramente les odias; si no has dicho a cada persona con la que te has cruzado
por la calle lo feliz que eres, es que tu silencio quizá quiera decir que en el
fondo eres un desgraciado; o si no subes una foto a las redes sociales de tu
nueva lectura o de ese plato tan cromático del restaurante mexicano que has
descubierto recientemente en tu barrio, es que tal vez no tengas vida y ni
siquiera lo sepas. Cuidado. Si no dices que quieres ganar el próximo partido
serás sospechoso si lo pierdes. Hasta ahí hemos llegado.

La victoria del Betis en
Vitoria, o más bien la forma de conseguirla, no se entiende si la idea de
Europa no ronda por la mente del cuerpo técnico verdiblanco. Pero el problema
es que no lo digan en voz alta a cada rueda de prensa, claro. «Hoy
hemos dado un paso muy importante para saber que no siempre se puede ganar
jugando al fútbol»
, apostilló Quique Setién tras el
encuentro, como si de un mensaje para sí mismo se tratase. Los tres puntos de Mendizorroza,
cruciales para no desengancharse de los legítimos dueños de las plazas
de acceso a Europa (hay que decirlo más y aquí damos ejemplo), llegaron
con el Betis menos preciso en el pase y menos controlador de los ritmos de toda
la temporada y estuvieron claramente asentados, por primera vez, en un notable
balance defensivo. Una circunstancia evidenciada por el único cambio
descaradamente conservador de todo el curso: el de Amat por Rubén
Castro a la hora de juego con 0-2 en el marcador.

Desde el cambio a la línea de
tres centrales y la apuesta por los carrileros largos, el Betis está
aprendiendo a sacar petróleo de lo que antes eran flagrantes limitaciones.
La baja prolongada de Andrés Guardado ha provocado que los verdiblancos
se estén saltando más de la cuenta la búsqueda de un mayor poso en la medular o
de un asentamiento más prolongado en la zona de tres cuartos de cancha para
preponderar una transición más rápida, una vertiente más vertical ante rivales
que vayan a buscarlo arriba. Varios de los muchos goles en contra del equipo
habían llegado tras errores propios en la salida de pelota, lo que llevaba y
lleva casi siempre a los oponentes a apretar muy arriba al Betis como norma
general para hacerle dudar y sufrir.

Atraer marcas cerca del área
propia es ahora clave para hacer que el rival se estire, eleve el bloque y una
vez superada la primera línea de presión, tras hacer llegar tarde al rival y
con Marc Bartra como líder de una fase inicial más sólida y amplia,
generar múltiples preocupaciones con el equipo muy ancho y desplegado. Una
disposición que abre defensas, genera opciones interiores con muchos más metros
para dañar y para que Fabián -el habitual receptor de la mayoría de los
pases rasos de un Bartra en modo playmaker, que se está saltando
conscientemente a Javi García por la manera de sufrir del murciano a la hora de
girarse-, y Joaquín y Boudebouz un escalón por delante y a través
de la diagonal y del último pase respectivamente, encuentren mayores espacios
y, por tanto, mejores ocasiones de gol.

Ante escenarios de esta índole
hace falta tener pegada. Y ahí entra en juego el otro futbolista clave, más
allá de Bartra, en los últimos encuentros del Betis: Loren Morón. Además
de estar poniendo cada vez más y mejor de cara a la línea de mediapuntas con
sus puntuales y certeros movimientos fuera del área, el canterano tiene el don
del gol exacerbado. Nadie ha tardado menos partidos para marcar sus cinco
primeros goles en la Primera División española en lo que llevamos de siglo y
solo Messi y Suárez tienen un mejor promedio de gol por encuentro actualmente.
Sus números son tan insostenibles como sostenible es su rol. Su manera de leer
los límites del fuera de juego cuando pilla a la zaga adelantada, su útil
corpulencia a la hora de fijar atenciones, su prontitud a la hora de soltar y
su puntería sin necesidad de reflexión -una de las virtudes que debe tener un killer
están contagiando al equipo de su entusiasmo y hambre. Qué mejor para un
equipo que hacer crecer a quien te puede hacer crecer.

Pero crecer no es la cuestión. Es
Europa y hay que decirlo más. Si no dices Europa es que no tienes ambición,
como se ha llegado a acusar a Quique Setién, es que no quieres jugar en Europa,
es que eres un perdedor encubierto, una especie de agente doble del desánimo.
La ambición se basa en decir a viva voz cuál es tu ambición. La ambición no es
dar paso a los Junior, Francis o el propio Loren de la práctica
nada, no es convertir a Fabián en uno de los centrocampistas españoles más
prometedores del presente, no es implantar un estilo de juego que te permita
captar a futbolistas hasta ahora inalcanzables del prestigio de Bartra o
Guardado, por ejemplo. La ambición no es no dejar de añadir matices y tocar
teclas para seguir creciendo. La ambición no es haber puesto los ingredientes
necesarios para poder hablar, por fin, de proyecto.

La ambición por Europa
consiste en decir Europa cuantas más veces, mejor. A ver si desgastamos entre
todos la palabra. A ver si la tergiversamos tanto como para poder echarla
después en cara. A ver si la utilizamos un poco más como elemento de presión
y no como elemento de ilusión, como futurible frustración y no como futurible
premio, como carga obligada y no como aliciente. A ver si así dejamos de
disfrutar del camino y del juego. A este Betis, que viene de acumular tantos
éxitos en los últimos años, hay que exigirle Europa ya, faltaría más. Hay quien
no soporta la incertidumbre, aunque esta vaya a llevarle a un escenario
superior y quien cree todavía que, si deseas algo muy fuerte, mientras aprietas
los párpados y los puños aún más fuerte, estarás mucho más cerca de
conseguirlo. Casi rozándolo. Son los mismos que tienen el libro ‘El Secreto’ en
la estantería de su casa, que le hicieron una foto para subirlo a Instagram
nada más terminarlo y que ahora se han convertido en grandes triunfadores, colmados
y henchidos de sueños cumplidos. Europa, pues, ya saben, hay que decirlo más.

Sevilla. Periodista | #FVCG | Calcio en @SpheraSports | @ug_football | De portero melenudo, defensa leñero, trequartista de clase y delantero canchero

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