Ya sabemos que lo máximo a lo que aspira un deportista de élite es
a participar en unos Juegos Olímpicos. Esto lleva años de preparación,
campeonatos, competiciones clasificatorias y, lo más importante, mucho
entrenamiento diario para ese gran momento. En este caso estamos hablando de
unos Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang
(Corea del Sur) que están a la vuelta de la esquina, comienzan el 9 de febrero,
y que tendrán doce participantes españoles. Entre ellos, dos mujeres: Queralt Castellet (Snowboard, Halfpipe)
y Sara Hurtado (Patinaje artístico,
danza sobre hielo).
La primera de ellas llega en su máximo esplendor. Recibe estos
JJ.OO. con la victoria en la prueba de
la Copa del Mundo bajo el brazo, en Snowmass (Colorado, EEUU). Después de
seis años sin conseguirla (la última vez fue en 2012 y la primera en 2011,
ambas en Suiza), Queralt Castellet volvió a lo más alto del podio en este 2018.
Para esta veterana del snowboard serán los
cuartos Juegos Olímpicos tras los de Turín 2006, Vancouver 2010 y
Sochi 2014.
En
Italia obtuvo el puesto número 26 en la prueba de Halfpipe. De cara a los
siguientes pudimos comprobar la increíble evolución de la ‘raider’ española. En
Canadá, además de portar la bandera en la ceremonia inicial, consiguió
clasificarse para la final, pero una lesión de última hora le hizo retirarse
conformándose con el puesto 12. A la tercera iba la vencida, pero la catalana
no logró pasar del número 11, a pesar de haberse metido entre las mejores. Ahora toca revancha y su objetivo es optar
a medalla.
Otra
deportista que también quiere mostrar su mejor versión sobre el hielo de
PyeongChang es la madrileña Sara Hurtado.
Esta joven patinadora de 25 primaveras lleva el arte en la sangre, y lo podemos
ver en cada trazo, movimiento y desliz que dibuja sobre la pista. La danza,
sobre las cuchillas de sus patines, es su pasión desde que cumpliera los 8
años. Pura técnica y destreza al compás
de la música. Cabe recordar que, en 2015, Sara anunció su retirada, pero la
llamada de su nuevo compañero de batallas, el ruso Kirill
Khaliavin, le hizo revivir y volver a disfrutar de este deporte.
Para la madrileña serán sus segundos
Juegos Olímpicos de Invierno. Su debut fue en Sochi 2014, con Adrià Díaz por
aquel entonces como dúo de baile, donde terminó en decimotercer lugar. En PyeongChang
y con nueva pareja, espera, al menos, conseguir “diploma”. “En realidad será una competición contra nosotros
mismos. Mejoramos en el Europeo -donde fueron octavos- y ahora queremos dar el
siguiente paso, para que sea la traca final», aseguró Hurtado a Efe.
Dos mujeres. Dos deportes. Dos estilos
diferentes. Una peleará por un metal, la otra por el diploma. Una
arrasará en la nieve, la otra sorprenderá sobre el hielo. Pero las dos tienen un mismo destino: dar su mejor versión en PyeongChang. Ellas, luchar por llegar a lo más alto. Nosotros, disfrutar
viéndolas en plena acción.
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