La siesta no se dormía en Torrejón de Ardoz. El Clásico del Fútbol Sala, en juego. Dos equipos que son más que eso. Son alma máter de la LNFS. Son historia encontrada sobre un parqué. Movistar Inter y ElPozo Murcia. Azules y rojos. Dos bandos infranqueables ante el paso del tiempo. Los madrileños sin su estrella, Ricardinho, baja de última hora. Los charcureros, con la necesidad en forma de unidades. Con el deber de sumar entre ceja y ceja.
Solano, tímidamente, asomaba la pierna en un tiro a los tres minutos. Poca cosa por el momento. El Garbajosa, lleno hasta la bandera, apretaba. El fuego de la pista se trasladaba a la grada. Tras Solano, Ortiz fue el siguiente. El capitán, en doble ocasión, encañonó. Sacaba Fabio. Inter comenzaba a apretarle los tornillos a los de Duda, obligados a recular en la retaguardia. Vivían de balones parados los murcianos y pólvora menor. Los primeros diez minutos fueron azules.
Taffy tuvo la más clara. A la media vuelta, en un control exquisito, preparó el latigazo y ¡zas! A la izquierda de Fabio. Valla. Suyo sería el tanto inicial, tras una falta cometida por Pito. A pase de Bebe, en el resquicio del segundo palo, el brasileño la empujó. Dentro. Minuto 15. 1-0. Duda resoplaba.
ElPozo no se encontraba. Sus artilleros no desfilaban como otras tardes. Los errores defensivos les condenaban. Solo Pito, tras la cesión atrás de Álex, despuntó con un disparo potente y lejano a metros del balcón del área que obligó a Herrero a emplearse a fondo. De lejos, nada. Tendría que ser de doble penalti, después de un forcejeo entre Elisandro y Piqueras, a falta de 50 segundos y con cinco faltas acumuladas por parte de ambos equipos, cuando Miguelín se convirtiera en el artífice del empate con el que se consumió el primer cronómetro.
Poco le duraría la alegría al cuadro murciano. Jarro de agua fría tras la vuelta de vestuarios. Taffy escalaba al área, de forma repentina, nada más sonar el silbato y, en el tuya mía con Fabio, el brasileño se aprovechaba del rechace para anotar el 2-1. Sin tiempo para el respiro visitante, Gadeia hacía de correcaminos por el flanco derecho para recibir un taconazo de Elisandro y cruzársela abajo (rasita) al palo largo a Fabio. No era la tarde para ElPozo. Inter, en cambio, se gustaba entre ‘ooolees’ que provenían del graderío.
Pese a ello, el cuadro de Duda no se amilanó. Buscó sus ocasiones. En las botas de Miguelín hubo un golpeo duro que detuvo Herrero. Entre medias, los balones se perdían chocando una y otra vez con el muro azul de hombres que detenían las emboscadas charcuteras.
A falta de cinco, portero jugador. Quizá el último camino que le quedaba por explorar a Duda visto lo visto. Reunió a sus chicos, en un tiempo muerto, dos minutos más tarde. Pero cualquier consejo hoy era banal. Pola enarbolaba el Garbajosa con el 4-1 final clavándola por el centro de la portería. La victoria era de Inter. El vigente campeón de Liga se coloca, tras el Clásico, al frente de la tabla y saca su billete para la Copa de España Comunidad de Madrid 2018.
Fotografía: Sandra Santiago/ Movistar Inter F.S.
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