Nunca han sido compañeros de equipo, pero Daniil Kvyat y Max Verstappen tienen una curiosa relación en la Fórmula 1. Cuando en 2015 Sebastian Vettel decidió fichar por Ferrari, Red Bull decidió que el piloto ruso fuera el compañero de Daniel Ricciardo, ascendiéndolo de Toro Rosso. La primera temporada de Kvyat al volante del RB11 fue bastante buena, quedando por delante de Ricciardo en la clasificación a final de año. Mientras tanto, el joven Max Verstappen completaba su primera temporada de Fórmula 1 en el equipo Toro Rosso.
El talento del holandés no dejó indiferente a nadie. Debutó siendo aún menor de edad, pero eso no fue motivo para que Max no deslumbrara en la pista. Era el mayor talento de la Fórmula 1 y en Red Bull no lo querían dejar escapar. Verstappen comenzó su segunda temporada al volante de un Toro Rosso, pero los cantos de sirena desde Ferrari y Mercedes empezar a resonar muy fuerte. Estos dos equipos lo querían en sus filas. Su padre y representante, Jos Verstappen, no dejó escapar esta oportunidad para presionar a Red Bull. O su hijo subía al primer equipo o firmaban con Ferrari o Mercedes.
La temporada acababa de empezar, y en Red Bull se vieron en una encrucijada. Tras tres carreras Daniel Ricciardo era su primer piloto, confiaban plenamente en él, y Daniil Kvyat acababa de lograr el primer podio del año para el equipo. La presión de Jos Verstappen seguía presente. Red Bull vio la oportunidad tras el Gran Premio de Rusia, donde Kvyat, en una salida bastante mala, se llevó a Sebastian Vettel por delante.
Tras este fallo del piloto ruso, Red Bull vio que era la mejor ocasión para hacer un cambio de pilotos. Tarde o temprano se iba a hacer, y los austriacos quisieron aprovechar esta oportunidad para subir a Max Verstappen al primer equipo.
La siguiente cita en el calendario era el Gran Premio de España. En ella, Verstappen se estrenaba como piloto titular de Red Bull. Lo que aconteció a final del fin de semana fue algo que casi nadie se esperaba. El holandés subió a lo más alto del podio, coronándose como el piloto más joven de la historia en ganar una carrera. Marcó un antes y un después. La temporada terminó, y Max solo consiguió la victoria de su debut. Subió al podio seis veces más, pero en ninguna de ellas fue al primer cajón.
Para la presente temporada, Red Bull y Toro Rosso decidieron mantener sus alineaciones de pilotos. Carlos Sainz ha sido muy superior a Daniil Kvyat, tanto que en las primeras 14 carreras ha conseguido 48 puntos, por 4 del ruso. Dado su bajo rendimiento, Helmut Marko decidió prescindir de sus servicios, sentando a Pierre Gasly en su STR12.
Tras el descenso de Daniil Kvyat para el Gran Premio de Malasia, volvió a suceder lo acontecido en 2016: ganó Max Verstappen, consiguiendo su segunda victoria en la Fórmula 1.
Debido a que Carlos Sainz se incorporó a Renault en el Gran Premio de EEUU, y que Pierre Gasly estaba en Japón para disputar la última cita de la Super Fórmula, en Toro Rosso se vieron con la necesidad de montar a Daniil Kvyat en uno de sus monoplazas. El otro lo ocupó Brendon Hartley. Pero para el Gran Premio de México Pierre Gasly volvió a estar disponible y en Toro Rosso decidieron que Daniil no volvería a subir más al STR12 en lo que queda de año.
Parecía muy improbable que se diera volviera a dar la casualidad, pero México ha sido testigo de la tercera victoria de Verstappen en la Fórmula 1. Vettel partía en la pole en la cita mexicana, pero Max le adelantó en los primeros metros de carrera y dominó el Gran Premio hasta el final.
Tras estas tres carreras, parece que la regla es clara: si Daniil Kvyat es descendido en su equipo, el ganador del Gran Premio será Max Verstappen. El actual piloto de Red Bull solo ha ganado cuando el ruso ha sido descendido de equipo. Sin duda, el dato es más que curioso.
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