El Manchester City sufrió para acceder a los cuartos de final de la EFL Cup al derrotar al Wolverhampton en la tanda de penaltis tras rozar el 80% de posesión en la primera parte pero no conseguir anotar un solo tanto al término de los 120 minutos disputados.
El protagonista fue Claudio Bravo, que salvó a su equipo tanto en el tiempo reglamentario como en la tanda, donde detuvo dos penas máximas. El otro protagonista del encuentro fue el nuevo balón de la competición, que Pep Guardiola criticó duramente: «Lo digo porque he ganado, no para tener una excusa. No es un balón serio para jugar un partido profesional y futbolistas de este nivel. Es inaceptable a pesar de haber entrenado dos días con él. Muchos jugadores se han quejado«.
También Yaya Touré, que soltó una frase lapidaria: «Ese balón lo llevas a África y no lo quiere nadie. Es muy malo. Los jugadores esperamos usar balones buenos, el de hoy era difícil».
En Inglaterra, cada competición tiene su propio esférico, y el Mitre Delta EFL, aclamado por su diseño, deja mucho que desear en el césped. «Es demasiado ligero, se mueve por todos lados. Cuando mis jugadores lo vieron, dijeron… ¿Qué es eso?», añadió Guardiola en rueda de prensa. «Es por márketing, dinero, está bien, pero no es aceptable».
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