REDACCIÓN – Frank Lampard es una de las leyendas vivas del fútbol inglés que todavía siguen teniendo minutos en el que es su ámbito doméstico. Tras no renovar su contrato con el Chelsea, club en el que todavía es leyenda, decidía poner rumbo hacia Estados Unidos para convertirse en nuevo jugador del NY City.
Sin embargo, todo sufría un vuelco inesperado. El conjunto estadounidense no disputará sus primeros encuentros hasta el próximo 2015, por lo que el Manchester City, equipo del mismo propietario que el NY City, decidió que militaría en sus filas hasta el próximo mes de Enero. El contraste sería brutal. Acostumbrados a verle con el Blue del Chelsea durante tantas temporadas a muchos sufrirían un escalofrío al verle vestido de Citizen.
Una llegada al Etihad Stadium que tendría un carácter temporal, con fecha de caducidad, y con un plazo medio que finalizaría con el año nuevo. Sin embargo, lo que parecía una cesión para ser suplente y mantener la forma entre semana con los entrenamientos del equipo, se ha convertido poco a poco en un jugador determinante, que sigue ofreciendo frutos de su innata profesionalidad.
Su característica llegada desde segunda línea ya ha dado puntos al Manchester City, y Pellegrini ha ido dándole cada vez más confianza en el equipo. Lampard ha disputado un total de 5 partidos con los Citizens. Nada extraordinario, nada fuera de lo normal, pero teniendo en cuenta su situación y sus cifras, quizás, puede suponer una situación a tener en cuenta. 4 goles ha marcado el centrocampista inglés con el Manchester City, todos ellos en las últimas 2 semanas, creando sobre él un foco determinante en la dinámica de resultados.
A su doloroso gol contra el Chelsea en Premier League, que supuso más de una contradicción incluso en el propio jugador, se le sumó un doblete en Capital One Cup frente al Sheffield Wednesday y otro gol en el triunfo Sky Blue contra el Hull. Pero su protagonismo no acaba ahí. Frente a la Roma, por ejemplo, en la Champions League, fue suplente, pero fue uno de los cambios de Pellegrini, que supuso un cambio de guión a lo establecido.
Con una Roma que andaba a sus anchas por el césped del Etihad Stadium Lampard entró al campo para cambiar de sistema. El técnico chileno daría entrada al inglés por Edin Dzeko, quitando un delantero para otorgar de más peso al centro del campo del Manchester City. Cambio lógico, a la vez que positivo. Los de Manchester mejoraron, y recuperaron el terreno perdido, retomando el dominio y llegando más a la portería italiana.
Sin embargo, quizás, puede estar produciéndose un efecto negativo a largo plazo para el equipo. El rendimiento del futbolista inglés está siendo notable, muy bueno, tanto en el aspecto deportivo como en el goleador, pero esto puede provocar una necesidad futura que quizás no pueda ser reemplazada.
Hablar de un Lampard primordial o vital sería exagerar, pero el peso del jugador en el equipo va a más, y su fecha de caducidad está escrita. Dentro de unos meses dejará el equipo para hacer frente al «sueño americano», y su vacante, quién sabe, quedará libre. ¿Está adquiriendo más peso dentro del equipo del esperado? A priori, puede parecerlo. Aunque es cierto que su cesión era para contar con él, para tenerle en cuenta más allá de los entrenamientos y, una vez más, está demostrando contar con una profesionalidad absoluta.
¿Le echará en falta Pellegrini cuando se marche al NY City?
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