Sólo el ser humano parece estar capacitado para tropezar y caer dos veces con la misma piedra. Se cometen errores, pero muchas veces estas situaciones angustiosas suelen suponer aprendizajes de cara a futuras situaciones similares. Casi de forma innata, se implantan situaciones preestablecidas automáticamente como alerta, como advertencia, que evita muchas veces volver a caer. Pero no. Existen, pese a todo, situaciones adversas que se repiten, contra la voluntad de quien la sufre.
Un claro ejemplo puede localizarse geográficamente a orillas del río Mersey, en la zona azul de la ciudad portuaria de Liverpool. El Everton ha comenzado la presente temporada de forma muy irregular, con cierto tono negativo, y la ilusión creada durante los meses de verano, parece que ha quedado aparcada. Un inicio de campaña similar al de la pasada, aunque todos conocen cómo acabó todo: disputando la presente edición de la Europa League.
El Everton 2013/14 también cosechó un inicio de campaña irregular, en el que sumó 3 empates consecutivos en las 3 primeras jornadas, incluyendo 2 empates 0-0 que presentaban una sequía tanto a nivel goleador como de puntos. Pronto llegaron los resultados positivos y la dinámica fue ascendente, pero aquel inicio (también con Roberto Martínez como entrenador) comienza a recordar al presente.
Ahora toca remar contra una corriente fuerte, que mueve grandes embarcaciones, y con un calendario que se presenta más cargado al contar, además de los torneos habituales, con la disputa del campeonato continental. El inicio de campaña, comparado al de la pasada, no ha sido mejor. Si la pasada lograban 3 puntos con 3 empates, en la presente sólo consiguieron sumar 2 puntos de 9 posibles y ahora, tras 5 jornadas disputadas, el balance no es mejor, logrando sólo 5 puntos de 15 disputados.
Un inicio que preocupa, que hace tragar saliva viendo como, además, este año deberán estar pendientes de su andadura europea, en la que muchos han señalado a los de Goodison Park, incluso, como candidatos. Más exigencia con una plantilla similar, exceptuando caras nuevas como la de Samuel Eto’o.
Pero lo que ya era un inicio para preocuparse se ha agravado todavía más, cuando su visita al Liberty Stadium en Capital One Cup contra el Swansea se tradujo en un duro correctivo por 3-0 en contra, que suponía, además, la eliminación del torneo.
A primera vista, doble lectura. Por un lado, un nuevo resultado negativo, que hace más honda la crisis, pero por otro lado, quizás, pueda suponer una ventaja contar con un torneo menos, que aligere y reste peso al calendario.
Lo que parece muy cierto es que va a ser una temporada larga para los Toffees. Un inicio muy negativo, que les coloca más cerca de los puestos candentes del descenso que de los europeos, con unas cifras no del todo positivas en lo que en la tabla se refiere, ya que, por ejemplo, el Everton ha conseguido hasta la fecha 11 goles en 5 partidos (media de 2.2 goles por partido) pero ha encajado más, 13. Cifras altas, tanto para bien como para mal.
A partir de ahora, entonces, el trabajo intersemanal del técnico español debe basarse en entrenar y mejorar el aspecto defensivo, donde echa por tierra las buenas cifras a favor. Una temporada que pintaba a grandes obras en grandes museos, pero que, de momento, ha quedado relegada a viñeta de periódico.
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