¿Juega Luis Suárez? Es la pregunta que se hace todo Uruguay de cara al decisivo duelo del jueves ante Argentina en Montevideo por las eliminatorias al Mundial de fútbol de Rusia 2018.
Tras una recuperación en tiempo récord, el delantero del Barcelona llegó hoy a Uruguay y más tarde se incorporará al plantel que se entrena en un complejo deportivo de la periferia de Montevideo. Como ya es habitual, Suárez eludió a la prensa en el aeropuerto de la capital uruguaya y mantuvo así la gran incógnita.
El atacante será revisado por los médicos locales, aunque la decisión final estará en manos del técnico Oscar Tabárez, de común acuerdo con la sanidad del Barcelona.
Tabárez, de todas formas, anticipó este lunes que no le gusta tirar papelitos al viento. «Quiero ser claro. El jugador viene a completar su recuperación» tras la lesión de rodilla que sufrió el 16 de agosto en la segunda final de la Supercopa de España ante Real Madrid.
La noticia y el informe inicial de la sanidad del Barcelona, al día siguiente del partido, fueron un golpe durísimo para la selección, los hinchas y la prensa uruguaya. Los médicos del Barcelona le pronosticaron un período de «entre cuatro y cinco semanas» de rehabilitación por una «distensión parcial de cápsula posterior» de la rodilla derecha.
Sin embargo, tres días después se encendió la ilusión cuando empezaron a llegar a Uruguay las primeras noticias alentadoras. Es que circularon masivamente algunos vídeos que mostraron a Suárez haciendo ejercicios en la arena, lo que evidenciaba una sorprendente recuperación del delantero.
«La verdad es que cuando vi la noticia de que le habían dado un tiempo tan largo pensé que no venía. Pero cuando vi un par de fotos que estaba entrenando dije ‘este va seguro porque es una bestia'», dijo su compañero Mauricio Lemos, defensa de Las Palmas. «De Suárez se espera cualquier cosa», señaló.
El zaguero y capitán de Uruguay, Diego Godín, consideró que Suárez es un ejemplo. «Lo que está haciendo demuestra todavía más el compromiso y las ganas de estar en la selección y poder ayudar en este momento decisivo».
Suárez es un jugador muy importante para Uruguay, pero no sería la primera vez que se queda afuera de un partido trascendente. Al comienzo de esta eliminatoria mundialista, Uruguay le ganó a Bolivia en la altura de La Paz y luego a Colombia, en Montevideo, sin Suárez ni Edinson Cavani.
Tabárez, con su experiencia, se ha preocupado por insistir a sus jugadores y a los medios de difusión que no hay que quedarse lamentando por estas circunstancias, que son habituales en el fútbol profesional.
«Los pensamientos negativos interfieren en el pensamiento del jugador en el partido e impactan en su potencialidad. Hay que darle espacio a los pensamientos positivos», dijo el entrenador uruguayo.
Con esta realidad, el partido del jueves es un nuevo desafío para los «charrúas», que deben demostrarse si son capaces de conseguir la clasificación directa al Mundial de Rusia sin tener que pasar por el sufrimiento de una repesca.
Desde la clasificación al Mundial 2002, Uruguay participó en cuatro repescas, de las cuales ganó tres y perdió una. La caída fue ante Australia y frustró la presencia «Celeste» en Alemania 2006.
Una victoria ante Argentina sería un paso gigantesco para eludir esa instancia y acariciar la clasificación directa entre los cuatro mejores de Sudamérica. Uruguay marcha actualmente en tercera posición igualado en 23 puntos con Chile. Argentina, que ocupa el puesto de repesca, es quinta con 22.
El partido es clave para ambos equipos. Pero si no llegara a jugar, Uruguay sabe que también puede responder bien sin Suárez. Y además, le queda la posibilidad del encuentro del 5 de septiembre en Paraguay.
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