El Sutton, club que milita en la quinta categoría del fútbol inglés, despidió en febrero al portero suplente Wayne Shaw por comerse un pastel de carne durante el partido de la FA Cup ante el Arsenal, una historia que rápidamente se convirtió en viral.
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La acción, además, está siendo investigada desde entonces por la Comisión del Juego británica, órgano que regula el mundo de las apuestas en el país. La casa de apuestas Sun Bets, propiedad del diario ‘The Sun’, había ofrecido una ganancia de 8-1 a quien se jugara su dinero a que el guardameta comería un bocadillo «en vivo y al aire» durante el partido.
Ahora, días antes de que responda por sus cargos, salen a la luz unas declaraciones de Shaw en las que reconoce haber sufrido una gran depresión cuando se rescindió su contrato. «Mi mundo cayó. Era un mar de lágrimas. Nunca había sido despedido en mi vida. Está en mi mente todos los días y probablemente estará durante mucho tiempo. He pasado por la depresión. No he dormido bien, pude sentir que me estaba estresando. Todavía tengo ese nudo en mi estómago», confiesa el rollizo meta inglés en The Telegraph.
«Nadie me pidió mi versión de la historia. La reacción del club fue que no querían tener nada que ver con eso. No gané ningún dinero y mis amigos no han ganado ningún dinero. Probablemente me dejé llevar, después de toda una carrera con el ‘Mickey’ que hay dentro de mí. Era todo lo que estaba destinado a ser», agregó.