Enrique JULIÁN GÓMEZ – El recorrido de la etapa de hoy presentaba un gran aliciente bajo el calor: el ascenso del Catorce por Ciento y su insidioso descenso camino de Córdoba. Allí la liaron en 2011, también en La Vuelta, Sagan, Nibali y sus compañeros verdiblancos del Liquigas en una preciosa jornada de ciclismo que venció el talento eslovaco.
Alejandro Valverde, que ayer se cayó -sin consecuencias- y perdió el liderato de la Vuelta, quiso emularles, realizando un valiente movimiento al final del puerto, uniéndose en cabeza de carrera a Anacona, Adam Yates y Romain Sicard. Alcanzaron una veintena de segundos cuesta abajo, pero apareció un elemento que, no por esperado menos descorazonador, truncó sus esperanzas de llegar, como hicieron Sagan y compañía hace tres años: la autovía.
Inexplicablemente, en vez de entrar a Córdoba directamente desde la sierra, la organización realizó un rodeo por la autovía, una más en estos primeros días de Vuelta, que ayudó a la neutralización del cuarteto comandado por el murciano. La valentía de Valverde tuvo que ceder ante la desesperante previsibilidad del recorrido de la Vuelta.
Antes, Aramendía -de nuevo-, el veterano Engoulvent, el estonio Joeear y Turgot formaron la escapada del día, que murió en San Jerónimo. También se movió sin éxito un habitual animador de carreras, Amets Txurruka. Ya en el Catorce por Ciento, los velocistas puros fueron cediendo progresivamente, incluído Nacer Bouhanni. No así el líder Michael Matthews y el alemán John Degenkolb.
Orica controló la llegada por la autovía, pero un par de intentos de ataque de 'finisher' de Adam Hansen y Tony Martin desorganizaron la llegada. Vicente Reynès fue el primer en lanzar el sprint, pero enseguida le superó como un avión Degenkolb para vencer con gran autoridad y un par de bicicletas de ventaja sobre el mallorquín y Michael Matthews y los sesenta ciclistas que llegaron en el grupo principal. El australiano mantiene el maillot de líder.
Mañana, quinta etapa en Andalucía, con salida en Priego de Córdoba y llegada a la impresionante localidad malagueña de Ronda. El ascenso de un puerto de tercera categoría cerca de meta no parece que pueda evitar una nueva llegada masiva en la Vuelta a España.
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