El alemán Sebastian Vettel y el británico Lewis Hamilton protagonizarán este fin de semana en el Gran Premio de Azerbaiyán un nuevo capítulo de la batalla que libran por el campeonato de la Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo mundial.
El circuito de 6,003 kilómetros, en las calles de Bakú, ofrecerá la oportunidad a Hamilton de alcanzar a Vettel en la cima de la clasificación, aunque para ello tendrá que ganar y esperar que el alemán no tenga una gran tarde.
El piloto de Ferrari es líder con 141 puntos, 12 más que Hamilton. El de Mercedes, sin embargo, recortó distancias con su rival tras ganar hace dos semanas en Canadá. Valtteri Bottas, compañero de equipo de Hamilton, ocupa el tercer lugar con 93 unidades.
Hamilton y Vettel ganaron cada uno tres de las siete carreras disputadas hasta ahora. El duopolio lo rompió brevemente Bottas en Rusia, pero el finlandés no parece por ahora en condiciones de disputar el título con los dos de arriba.
En Rusia, justamente, Hamilton terminó cuarto y semanas después, en Mónaco, acabó séptimo tras una mala jornada clasificación. Vettel, por su parte, debió remar en Montreal -entró a pits para cambiar su alerón delantero y salió último- para finalizar en el cuarto lugar y mantener el liderato.
«De atrás hacia adelante, espero que en Bakú sea adelante, o detrás, depende de cómo se mire», bromeó Vettel en referencia a la remontada de hace dos semanas.
Merceces, dominador casi absoluto en los últimos tres años, ha tenido más problemas que Ferrari este año para obtener fiabilidad en los dos coches. Ahora, además, la escudería italiana discute mano a mano el título.
Hamilton espera, sin embargo, que lo de Montreal haya sido un punto de inflexión, una suerte de inercia sin retorno hacia el éxito.
«Si actuamos después de cada carrera igual que hicimos las dos últimas semanas, incluso cuando ganemos, estoy seguro de que podemos seguir peleando, y quizá no ser una montaña rusa que va de arriba a abajo», ilustró el triple campeón mundial.
«El trabajo de equipo, la ingenería, fue mucho mejor», agregó. «Realmente entendimos lo que estábamos haciendo mal, realmente entendimos dónde no funcionaba el coche, por qué no podíamos activar los neumáticos«.
El año pasado, en la primera y hasta ahora única visita al circuito callejero de Bakú -que entonces acogió el Gran Premio de Europa-, Hamilton tuvo un mal fin de semana: terminó quinto, con Vettel en el segundo lugar detrás de alemán Nico Rosberg, que a la postre se quedaría con el título.
«Las condiciones son un poco diferentes», admite Vettel. Aunque pretende la victoria, el alemán sabe bien que el trazado de Bakú, con la recta principal más larga de toda la temporada, puede favorecer ligeramente a las potentes «flechas plateadas».
Son 2,1 kilómetros con el acelerador a fondo, lo que tendría que dar a Hamilton y a Bottas una pequeña ventaja sobre Vettel y el finlandés Kimmi Raikkonen, su compañero de equipo, especialmente durante la clasificación.
El domingo en la carrera, sin embargo, el generoso trazado también se prestará para los adelantamientos, aunque las curvas lentas y cerradas del circuito, en la parte vieja de la ciudad, serán también difíciles.
Eso significa también que si Mercedes comete errores de estrategia o de conducción, no tendrá muchas oportunidades de recuperar terreno perdido.
«En términos del coche, hemos bromeado con que se comporta un poco una diva», dijo Toto Wolff, el jefe deportivo de Mercedes. «Pero es un buen coche, aunque a veces puede ser difícil. Esto es algo que tenemos que aceptar para entender y apreciar las muchas características positivas que tiene«.
«Creo que nuestro coche es el más rápido en la parrilla y no lo cambiaría por ningún otro», agregó.
Al otro lado de la clasificación, el equipo Sauber, que marcha penúltimo en el mundial de constructores, llega a la carrera tras despedir a Monisha Kaltenborn del cargo de directora de equipo, con la esperanza de dar un vuelco a su pobre año.
McLaren, por su parte, es la única escudería que aún no sumó puntos en la temporada. Pero el circuito de Bakú no parece el ideal para empezar a hacerlo. El equipo de Fernando Alonso, además, podría ser nuevamente penalizado -y con ello salir desde los últimos lugares- por las nuevas partes de motor que probarán este fin de semana.
«Creo que podemos esperar otro reto difícil para el equipo», dijo Yusuke Hasegawa, ingeniero jefe de Honda, que provee los motores al equipo.