Marzo de 2015: se publica una nueva actualización del Ranking FIFA. Mucho hay que bucear en él para encontrar a uno de los gigantes asiáticos. La India no aparece hasta el puesto 173. En un país en el que el criquet es casi religión, el fútbol vive en una crisis que amenaza con borrarlo del panorama deportivo nacional.
Junio de 2017: la FIFA cumple con su publicación mensual. India es hoy la 15ª en el ranking continental y la número 100 global. Dos años que han supuesto un avance de 73 puestos y que sitúan a la selección con opciones reales de aparecer en la Copa Asiática de 2019 en Emiratos. Pero, ¿qué ha pasado entre una fecha y otra?
Dos pilares que sustentan el crecimiento
El punto de inflexión dentro de la All India Football Federation fue el ranking de marzo de 2015. Unos años absolutamente desastrosos habían llevado al país a ocupar el peor puesto en toda su historia. Una liga sin gancho ni nivel. Futbolistas sin apenas oportunidades para desarrollar su potencial. Clubes que aparecían y desaparecían en la vorágine de torneos nacionales y regionales. En resumen, un caos que impedía el desarrollo y facilitaba que el potencial se perdiera.
El primer paso fue firmar a Stephen Constantine. Plenos poderes para un entrenador que ya había estado al mando años atrás y que su carrera se desarrolla entre selecciones de lugares perdidos. Se organizó el trabajo a medio plazo. Los resultados a corto plazo no llegaban, pero las miras iban más allá. El objetivo era llegar, utópico en 2015 pero real hoy, a conseguir una de las 24 plazas de la cita de Emiratos. Constantine consiguió que leyendas como Sunnil Chhetri volvieran a vivir la selección con ilusión. Y consiguió que el talento de jugadores como Gurpreet Singh, Udanta Singh o Jeje Lalpekhlua apareciera y se sintieran importantes.
El segundo salto de calidad llegó al margen de la federación. La Indian Super League, vista con recelo desde muchos estamentos, ha conseguido el objetivo indirecto propuesto. Ha dotado de 3 meses más de fútbol de calidad y de primer nivel al país. Sin esta competición el fútbol hindú se limita a la I-League. Una liga local que apenas dura cuatro meses. Con la llegada del nuevo torneo los mejores futbolistas del país viven y compiten durante una temporada completa. Y un buen ritmo de competición y compartir vestuario con figuras, de mayor o menor edad, ha supuesto un plus que ha terminado germinando en el combinado nacional.
A pesar de todo el fútbol hindú sigue sin tener un escalafón claro. Las dudas sobre quiénes y cómo formaran la próxima temporada en la I-League siguen. La federación buscará introducir la Super League en la pirámide del fútbol hindú. Pero, como siempre en un país complejo como es India, las opiniones a favor y en contra son extremas. Sea como fuere, India, de la mano de un desconocido Stephen Costantine, tiene en sus manos aparecer en el mayor torneo continental. Sin ir más lejos, hoy ha solventado 2-0 y con relativa comodidad el duelo ante Nepal. Hace no mucho, este amistoso hubiera sido un problema más en el fútbol hindú.