A sus 23 años, el argentino Paulo Dybala es una de las grandes estrellas emergentes del fútbol mundial y está a un partido de distancia de convertirse en una estrella global: la final de la Liga de Campeones es la distancia entre lo notable y lo excelente.
La Juventus regresó a una final continental dos años después de caer ante el Barcelona por 3-1 y parece llegar en mejor condición que entonces. Principalmente porque tiene a un futbolista como Dybala, un jugador diferente que resuelve de formas diferentes.
Su cifra de 19 goles y ocho asistencias en 35 partidos jugados esta temporada avalan la explosión del argentino. Cuatro de esos tantos llegaron en la Liga de Campeones y su mayor exhibición fue la eliminatoria de cuartos de final ante el Barcelona.
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Su impacto en el partido de ida jugado en Turín fue extraordinario al marcar dos goles en el triunfo 3-0 que acabaría siendo definitivo para resolver el paso a semifinales. El Barcelona nunca supo descifrar los dañinos movimientos del media punta, un jugador muy inteligente en el movimiento entre líneas y con una técnica sensacional. Sabe pasar como pocos y poner el balón junto a los palos.
«Es el peligro número uno. Todos son muy buenos, pero Dybala es de los mejores», reconoció el miércoles Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, consciente del daño que le hacen a su equipo los futbolistas inteligentes que se saben mover entre líneas.
Dybala renovó en abril con la Juventus hasta 2022 por una cantidad cercana a los 7M€ por año, pero ni siquiera su rubrica acalló los rumores sobre el interés de otros grandes equipos del continente, desde la Premier League hasta el propio Real Madrid.
«En este momento no puedo quitar la cabeza de lo que va a ser la final. Lo que pase más adelante no lo sé, veremos que sucederá. Yo solo pienso en la Juventus y en el partido del sábado», declaró recientemente. Es decir, no cerró las puertas a nada.
La Juventus suspira por ganar la Liga de Campeones para convencer definitivamente a Dybala de que no hay mejor lugar para vivir que el club campeón de Europa. Pero si el Real Madrid vence, es posible que el club blanco añada un argumento de peso para llevarle a sus filas. Quién sabe.
De otra parte, Dybala también debe convencer al planeta futbolístico de que está preparado para marcar una época en el fútbol mundial y, también, ser un referente en la selección argentina junto a Lionel Messi, tan necesitado de que surjan otros líderes en la albiceleste.
La final de la Champions League propone ese escenario, un partido que reunirá a más de 350 millones de espectadores frente a los televisores de todo el mundo. Dybala está ante las puertas de su consagración definitiva como estrella mundial. Un partido de distancia. Y un título, el mayor de todos, finalmente.