Todo eran sonrisas hace unas temporadas en Goodison Park. La exigencia de los ‘toffees‘ y el conocimiento del club, de las secciones inferiores y del estilo hacían de David Moyes uno de los mejores técnicos del fútbol inglés. No ganó nunca nada pero logró crear un sello y una impronta en la parte azul de Liverpool.
Pero llegó el Manchester United, y con ello el principio del fin para Moyes. Un absurdo contrato de seis temporadas, el recuerdo de ser el sucesor de Sir Alex Ferguson y una plantilla demasiado veterana y exprimida, hacían el cambio de ciclo muy duro en Old Trafford. Sea como fuere, los que vinieron tras él no lo han hecho mucho mejor en Premier League, pero el United no podía, o no debía estar deambulando por puestos tan bajos como el quinto, sexto o incluso séptimo de Premier League. David Moyes, a tres partidos del final de la liga inglesa fue destituido, y con él la esperanza de triunfar en un gran banquillo.
¿Qué pinta un escocés en San Sebastián?. La Real Sociedad en busca de la mística de Moyes y pensando en que el Manchester United fue un mal paso, firmó a Moyes para hacerse cargo del equipo txuri-urdin en lo que lo más destacable fue una expulsión con viaje a la grada para comer ‘ganchitos’ que le ofreció una joven aficionada al equipo vasco. Su salida por la puerta de atrás no sorprendió a nadie.
Lo que sí sorprendió fue el fichaje de Allardyce por la selección inglesa que dejó al Sunderland sin su eterno salvavidas, el técnico que por dimensiones físicas y un talento innato para escapar de las llamas del descenso se bastó para mantener a flote a los ‘blackcats‘ y evitar un ‘relegation’ con dos milagrosos finales de campaña. Pero ‘Big Sam’ se fue, y se quedó un banquillo envenenado con una plantilla de ínfima calidad y que solo un técnico conocedor del fango inglés podría salvar de la quema, pero no, el técnico elegido fue David Moyes que nunca pudo obtener dos resultados positivos en toda la temporada y cuyos continuos cambios de sistema y jugadores impidieron obtener una utópica salvación. Para sorpresa de muchos, entre los que me incluyo, el entrenador no fue destituido en ningún momento de la temporada, se parecía asumir el destino del descenso a la Football League.
¿Era David Moyes el encargado de devolver el ascenso? Pues todo parecía indicar que la directiva contaba con empezar un proyecto jóven e ilusionante con Moyes en el banquillo, si no había sido despedido sería por una única razón, o más bien dos. La primera, para seguir conociendo el club y crear un nuevo futuro y la segunda, porque nadie quería ir al Sunderland, ambas plausibles y abiertas a discusión.
Pero no, David Moyes no será el entrenador del Sunderland la próxima temporada, hoy mismo ha dimitido de su cargo tras una reunión con la ejecutiva. Según el comunicado del cuadro de Wearside, es una decisión personal del entrenador que ha pillado de sorpresa al club, un club que ha declarado necesitar unas semanas para la confección de la nueva plantilla y la búsqueda del entrenador idóneo. David se fue deseando lo mejor al Sunderland y rechazando la compensación que le correspondería por su contrato. Pronto te veremos David, o tal vez no.